En una muestra de rápida acción y compasión, un chofer de microbús en la región de Valparaíso, Chile, se convirtió en un héroe al transformar su vehículo en una improvisada ambulancia para llevar a un pasajero en estado crítico al hospital más cercano.
La Emergencia en el Microbús
El 14 de abril, Sebastián García, conductor de la ruta San Antonio-Llolleo, se encontró con una situación inesperada cuando uno de sus pasajeros se desmayó a bordo del microbús. Según testigos, García rápidamente detuvo el vehículo y se acercó al pasajero, reconociendo los signos de un posible infarto.
«Pensé que era un infarto porque lo viví con mi papá, que falleció el año pasado de un ataque»
, relató García.
La Decisión de Actuar
En lugar de esperar a una ambulancia, García tomó la iniciativa y decidió convertir su microbús en una improvisada unidad de emergencia. Pidió a los demás pasajeros que se bajaran en la próxima parada y se dirigió a toda velocidad hacia el Hospital Claudio Vicuña, encendiendo las luces de emergencia y usando la bocina para abrirse paso entre el tráfico.
«Prendí la baliza y con la bocina haciendo ruido me fui lo más rápido posible…Llegué al hospital, me bajé corriendo pidiendo ayuda»
, explicó García.
La Llegada al Hospital
Al llegar al hospital, García tuvo que improvisar la entrada, prácticamente metiéndose con el microbús dentro de la sala de urgencias para que el personal médico pudiera atender de inmediato al pasajero desmayado. Según su relato, el joven no reaccionaba y requirió de reanimación cardíaca.
El Acto de Heroísmo
Aunque desconoce el estado final del pasajero, Sebastián García se siente orgulloso de haber actuado rápidamente para salvar una vida. «Lo hice porque me nació de corazón. Es bonito que te reconozcan lo bueno porque en este rubro hay muchas críticas»
, comentó.
La acción de García fue reconocida por los pasajeros y la comunidad local, convirtiéndolo en un verdadero héroe del transporte público. Su rápida respuesta y determinación para transformar su microbús en una ambulancia improvisada demuestran que la compasión y el sentido de responsabilidad pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia.