El abogado Alejandro Espinoza, que representa a la tripulación del buque Cobra, ha revelado información sorprendente sobre el naufragio de la lancha Bruma, en el que siete pescadores perdieron la vida. Según Espinoza, los radares del Cobra no detectaron la presencia de la embarcación Bruma, ni recibieron ningún aviso de su existencia en la zona donde ocurrió el siniestro.
Durante la presentación de las querellas por los hechos ocurridos el 30 de marzo, Espinoza afirmó que la compañía está dispuesta a que el Cobra sea sometido a una exhaustiva pericia para determinar si participó en el abordaje y si este se produjo cuando la lancha Bruma ya se encontraba colisionada o sumergida.
La investigación, según el abogado, deberá establecer si todos los sistemas electrónicos y de navegación de las embarcaciones involucradas estaban operativos y si las tripulaciones cumplieron con las obligaciones establecidas por la autoridad marítima. Espinoza confirmó que se realizó una revisión minuciosa de los radares de última generación del Cobra, la cual reveló que «los dos radares, uno de corto alcance y otro de largo, no detectaron absolutamente nada, ni tampoco recibieron aviso alguno de que existía una embarcación fondeada en la posición donde naufragó la nave Bruma».
Esto plantea nuevas interrogantes sobre las circunstancias del siniestro, ya que la lancha Bruma se encontraba fondeada desde las 3 de la tarde debido a las condiciones climáticas. Espinoza enfatizó que «el capitán del Cobra no detectó en los radares absolutamente ningún tipo de objeto o embarcación delante de su navegación y en ninguna posición donde supuestamente estaba el Bruma».
Además, el abogado planteó la hipótesis de que la colisión se pudo haber producido con restos náufragos y que «la razón por la cual ni el Cobra ni ninguno de los buques que circularon bastante cerca del lugar donde está la última posición del Bruma, detectaron esta embarcación».
Espinoza también señaló que, por reglamentación, cuando una nave está fondeada, debe dar aviso a las otras embarcaciones y a la autoridad marítima, pero «no tenemos seña alguna que Bruma haya dado su posición de fondeadero». Esto, según el abogado, es un «elemento de seguridad esencial» que no se habría cumplido.
Ante las interrogantes planteadas, el abogado aseguró que «todos los equipos del Cobra estaban absolutamente operativos y son los más modernos que existen en el mundo, de manera tal que nos extraña mucho que no haya sido detectada esta embarcación».
Finalmente, Espinoza descartó que el Cobra haya navegado con piloto automático, afirmando que «nunca estuvo el Cobra navegando sin supervigilancia del capitán y el piloto». Además, reveló que están evaluando acciones legales por las amenazas de muerte que ha recibido el capitán del Cobra.
Este nuevo giro en el caso del naufragio de la lancha Bruma abre más interrogantes sobre las circunstancias de esta tragedia y la posible responsabilidad de la tripulación del buque Cobra. La investigación deberá esclarecer los hechos y determinar si hubo negligencia o alguna otra irregularidad que contribuyó a la desaparición de los siete pescadores.