Aunque el debate por declarar el Viernes Santo como un feriado irrenunciable se extendió por varias jornadas, su votación final aparentemente no alcanzará a materializarse antes de esa fecha. A pesar de contar con el respaldo total del Comité de Trabajo y Previsión Social, que impulsó la propuesta, algunos partidos de oposición han desestimado darle prioridad y debatirla este lunes en la Cámara Baja.
Según el diputado del Frente Amplio, Tomás Hirsch, ninguno de los cuatro proyectos presentados para establecer el Viernes Santo como feriado obligatorio fue propuesto por la extrema derecha, que bloqueó la urgencia para legislar la iniciativa. Por su parte, el legislador del Partido Social Cristiano, Roberto Arroyo, acusó que además de diputados Republicanos, Libertarios y de Evópoli, el Ejecutivo tampoco apoyó la propuesta, la cual buscaba brindar un momento de reflexión y espiritualidad a quienes profesan algún culto religioso.
Desde Evópoli, el diputado Francisco Undurraga, integrante del Comité de Trabajo, afirmó que no están dispuestos a respaldar el proyecto porque sienten que es un resorte para los parlamentarios cuando es un deber del Gobierno
. Esta postura refleja la complejidad y divisiones que rodean la aprobación de esta iniciativa, la cual, de concretarse, otorgaría un día feriado adicional a los trabajadores y permitiría a los creyentes conmemorar la Semana Santa.
Implicaciones y Perspectivas
La falta de consenso político en torno al proyecto para declarar el Viernes Santo como feriado irrenunciable pone de manifiesto las tensiones entre la separación Iglesia-Estado y las demandas de los ciudadanos que profesan diferentes creencias religiosas. Mientras algunos partidos consideran que esta iniciativa responde a un deber del Gobierno, otros la ven como un resorte político que podría generar controversia.
Más allá de las diferencias ideológicas, es importante considerar que el Viernes Santo es una fecha de gran significado para millones de cristianos en el país, quienes podrían verse beneficiados por la aprobación de este proyecto. Además, otorgar un día feriado adicional podría tener implicaciones positivas en términos de productividad, bienestar y cohesión social.
Desafíos y Oportunidades
Uno de los principales desafíos será lograr un consenso político que permita avanzar en la aprobación de esta iniciativa antes de la fecha clave. Esto requerirá de negociaciones y concesiones entre los diferentes partidos, así como de una mayor sensibilidad hacia las necesidades y creencias de la población.
Por otro lado, la aprobación de este proyecto podría representar una oportunidad para fortalecer la inclusión y el respeto a la diversidad en el país. Además, el feriado adicional podría tener efectos positivos en la economía local, al incentivar el turismo y el consumo durante la Semana Santa.
En resumen, el debate en torno al proyecto para declarar el Viernes Santo como feriado irrenunciable refleja la complejidad de las cuestiones religiosas y políticas en Chile. Si bien la votación parece no concretarse a tiempo, este tema seguirá generando discusiones y oportunidades para avanzar hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de las diferentes creencias y tradiciones.