En un lamentable incidente ocurrido la noche del viernes, los jugadores de Unión San Felipe, Paulo Garcés y Facundo Monteseirín, se vieron involucrados en una pelea con un guardia de seguridad del Estadio Lucio Fariña de Quillota.
El altercado tuvo lugar después de la derrota de 2-1 de Unión San Felipe ante San Luis, en un partido válido por la fecha 6 de la Liga de Ascenso 2025. Según los reportes, el incidente comenzó con empujones de los jugadores hacia el personal de seguridad y escaló hasta un golpe de puño.
Tras el episodio de violencia, el guardia de seguridad decidió presentar una denuncia formal contra los dos futbolistas del Unión San Felipe. Posteriormente, los jugadores fueron detenidos por Carabineros y puestos a disposición de la justicia bajo la Ley de Violencia en los Estadios.
Cabe destacar que el partido había terminado con los ánimos caldeados en el equipo visitante, luego de que un gol de Unión San Felipe fuera anulado sobre el final, lo que hubiera significado el empate 2-2.
Impacto en el Equipo y la Competición
Este lamentable incidente ha tenido un impacto significativo tanto en el Unión San Felipe como en la Liga de Ascenso. Por un lado, el equipo sigue sin ganar en la temporada, ocupando la penúltima posición con solo 2 puntos en 6 partidos.
Por otro lado, la detención de Garcés y Monteseirín ha dejado al Unión San Felipe con importantes bajas en su plantilla, lo que sin duda afectará su rendimiento en los próximos encuentros. Además, el episodio de violencia ha generado una mala imagen para el club y la competición.
Reacciones y Consecuencias
Tras el incidente, el experimentado arquero Paulo Garcés ha sido cuestionado por su participación en el altercado. Algunos aficionados y expertos han criticado su comportamiento, considerándolo impresentable
y perjudicial para la imagen del club.
Asimismo, las autoridades de la Liga de Ascenso tendrán que tomar medidas disciplinarias contra los jugadores involucrados, lo que podría incluir sanciones y suspensiones. Esto sin duda repercutirá en el rendimiento y las aspiraciones del Unión San Felipe en la competición.
En resumen, este lamentable incidente ha puesto en evidencia la necesidad de fomentar una cultura de respeto y deportividad en el fútbol chileno, tanto entre los jugadores como entre el personal de seguridad y los aficionados. Solo así se podrá garantizar un ambiente seguro y propicio para el desarrollo del deporte.