Francisca Moya, la jefa de la División Jurídica de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), se ha convertido en el centro de una polémica tras reconocer que no advirtió la inhabilidad en la fallida compra de la casa de Salvador Allende. Esta revelación le ha valido duras críticas, incluso desde el propio oficialismo, sumándose a una lista de funcionarios cuestionados por el gobierno.
Durante su comparecencia ante la Comisión Especial Investigadora en la Cámara de Diputados, Moya admitió que, pese estar al tanto de la restricción, no alertó sobre la inhabilidad para concretar la ejecución de la compra, argumentando que no era su atribución. Esta omisión le ha valido reproches en el mundo político, siendo apuntada directamente por sectores del oficialismo y la oposición por exponer al Gobierno y a la figura presidencial.
Sin embargo, el Gobierno ha blindado a Francisca Moya, descartando su salida del Ejecutivo. La ministra de la Segpres, Macarena Lobos, ha salido en defensa de la abogada, destacando su «solidez jurídica» y «competencia», y aclarando que la inhabilidad correspondía a una etapa posterior del proceso, no al decreto habilitante para la adquisición del inmueble.
Cabe destacar que Francisca Moya es una abogada de la Universidad de Chile que llegó a su cargo durante el paso de Giorgio Jackson como ministro de la Segpres, con una remuneración de 7 millones de pesos. En su currículum se destaca que trabajó como abogada asistente en el Tribunal Constitucional y como asesora en la División Jurídico-Legislativa durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Esta no es la primera polémica en la que se ve envuelta Moya, ya que también se le señala como la redactora del polémico borrador que aceleró la tramitación del proyecto de amnistía a los detenidos en el estallido social, según publica La Tercera.
A pesar de las críticas, el presidente Gabriel Boric ha expresado su amistad y admiración por Francisca Moya, a quien conoce desde hace más de 10 años cuando eran compañeros en la universidad. El mandatario la ha descrito como «una de las personas más importantes» que ha tenido la suerte de conocer.
La polémica en torno a Francisca Moya y su papel en la fallida compra de la casa de Allende ha puesto nuevamente en el centro de la atención a un asesor del gobierno, generando cuestionamientos sobre la competencia y el criterio político de los funcionarios de La Moneda.
