El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que busca poner fin a lo que él considera una «guerra» contra la presión del agua en duchas y electrodomésticos domésticos. La medida tiene como objetivo revertir las regulaciones implementadas durante administraciones anteriores, que según Trump, han convertido artículos básicos del hogar en «débiles e inútiles».
En un discurso en la Casa Blanca, Trump declaró: «Me gusta darme una buena ducha para cuidar mi hermoso cabello«. El mandatario criticó las normas actuales, afirmando que tiene que estar «15 minutos bajo la ducha hasta que se moje» y que esto es «ridículo».
La orden ejecutiva restablece el estándar de 2.5 galones por minuto establecido en 1992, revirtiendo la redefinición de «cabezal de ducha» impulsada durante el gobierno de Biden. Según la Casa Blanca, estas regulaciones fueron impulsadas por «agendas verdes radicales» que limitaron la libertad de los consumidores.
Fin a la «guerra Obama-Biden contra la presión del agua»
La administración Trump argumenta que las normas anteriores sacrificaron la comodidad de los ciudadanos en nombre de objetivos ambientales. «Los estadounidenses pagan por su propia agua. Deberían elegir cómo usarla sin interferencias
«, señala la hoja informativa de la Casa Blanca.
Además, la orden cuestiona la justificación de las regulaciones previas, afirmando que «no hay fallas de mercado que requieran esta supervisión». Trump califica estas normas como una «intrusión injustificada» en los hogares, enfatizando que priorizarán el empoderamiento ciudadano sobre el control burocrático.
Ofensiva contra regulaciones de electrodomésticos
Esta acción forma parte de una estrategia más amplia para desmantelar normas ambientales y de eficiencia energética en electrodomésticos como estufas de gas, lavadoras, hornos y lavavajillas. Según el equipo de Trump, estos artefactos han empeorado su funcionamiento debido a «regulaciones enrevesadas».
La Casa Blanca publicó una hoja informativa que respalda la orden, calificando las regulaciones previas como una «pesadilla burocrática». Trump aseguró que su gobierno «pondrá fin a la guerra Obama-Biden contra la presión del agua».
