La comunidad musical de República Dominicana y más allá se encuentra de luto tras la trágica noticia del fallecimiento de Rubby Pérez, leyenda del género del merengue, durante un devastador incidente en una discoteca de Santo Domingo. El martes por la noche, el techo de la popular discoteca se desplomó, causando la muerte de 66 personas e hiriendo a cientos más.
Según informes de medios locales e internacionales, Rubby Pérez, conocido como ‘La Voz más Alta’ del merengue, se encontraba actuando en la discoteca cuando ocurrió la tragedia. Testigos presenciales aseguran que el artista quedó atrapado entre los escombros y, lamentablemente, falleció a causa de las heridas.
La noticia ha conmocionado a la industria musical, con colegas y admiradores expresando su profundo pesar. Ricardo Montaner, reconocido cantautor venezolano, dedicó un emotivo mensaje en redes sociales: Esto me destroza el corazón. Honda tristeza. Marlene (su esposa) dirigió videoclips para él, nos conocimos en Caracas y siempre dije que su voz aguda era insuperable. Ese Volvere estará eternamente en los corazones y en la memoria de quienes lo conocimos y admiramos.
Una Voz Icónica del Merengue Dominicano
Rubby Pérez era considerado una de las voces más emblemáticas del merengue dominicano. Con una carrera que se extendió por décadas, el artista dejó un legado musical imborrable, cautivando a generaciones de fanáticos con su inconfundible estilo y su capacidad para interpretar los ritmos más enérgicos y contagiosos del género.
Nacido en Santo Domingo en 1956, Pérez comenzó su trayectoria musical a temprana edad, uniéndose a diversos grupos de merengue antes de lanzar su carrera en solitario. Sus éxitos, como «Volvere» y «Mujer Divina», se convirtieron en himnos del merengue, resonando en las pistas de baile de todo el Caribe y más allá.
Reconocimiento y Legado
A lo largo de su carrera, Rubby Pérez recibió numerosos reconocimientos y premios por su contribución al merengue. Fue galardonado con el Premio a la Excelencia Musical en los Premios Lo Nuestro y se le otorgó el título de «Embajador del Merengue» por su labor en la promoción y preservación de este género musical.
Más allá de sus logros profesionales, Pérez era admirado por su carisma y su conexión con el público. Sus presentaciones en vivo eran auténticas celebraciones del espíritu dominicano, donde el artista derrochaba energía y entusiasmo, cautivando a los asistentes con su voz poderosa y su inigualable presencia en el escenario.
La trágica muerte de Rubby Pérez ha dejado un vacío en la industria musical dominicana y en el corazón de sus fanáticos. Su legado, sin embargo, permanecerá vivo a través de su música, que seguirá inspirando y deleitando a generaciones venideras.