¿Aceptar, bloquear o ignorar? Esta es la disyuntiva que enfrentan muchos trabajadores cuando su jefe les envía una solicitud de amistad en redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok. La línea entre la vida personal y profesional se vuelve cada vez más borrosa, especialmente con la llegada de las generaciones más jóvenes al mercado laboral.
Según un estudio de la empresa Randstad, el 50% de los encuestados en Chile no aceptaría una solicitud de amistad de su jefe. Mientras que el 25% sí lo ha hecho, pero preferiría que no ocurriera, y otro 25% se siente cómodo con ello. Esta tendencia se refleja también en nuestra propia encuesta realizada en LinkedIn.
Dilema entre lo personal y lo profesional
Aceptar la solicitud de amistad de un superior implica dar acceso a una faceta más personal, que quizás no se suele compartir en el entorno laboral. Esto puede generar incomodidad y afectar la percepción de la imagen profesional, especialmente si se comparten contenidos «incómodos».
Sin embargo, para quienes sí tienen a su jefe en redes sociales, esto podría ser una oportunidad para acercar posiciones, fortalecer relaciones laborales y generar mayores oportunidades de crecimiento. Siempre y cuando se mantengan límites claros, enfocándose en lo estrictamente profesional.
Cambios generacionales y nuevas expectativas
La llegada de los millennials y la generación Z al mundo laboral está difuminando cada vez más la barrera entre lo personal y lo profesional. Según Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, «el ámbito laboral de hoy también es uno donde se generan vínculos sociales que traspasan el mundo real y se instalan con naturalidad en el universo de las Redes Sociales».
Esto implica que los líderes y jefes deben desarrollar habilidades blandas como la empatía y el liderazgo humano, para responder a las crecientes expectativas de los colaboradores.
Estrategias para mantener el equilibrio
Para quienes ya tienen a su jefe en redes sociales, es importante establecer límites claros en la relación, manteniendo un enfoque netamente laboral. Además, la comunicación abierta y respetuosa puede ayudar a crear un ambiente de confianza y profesionalismo.
En general, la decisión de aceptar, bloquear o ignorar la solicitud de amistad de un jefe dependerá de las preferencias y comodidad de cada trabajador. Lo importante es encontrar un equilibrio saludable entre la vida personal y profesional, adaptándose a los cambios generacionales y las nuevas expectativas del entorno laboral.