Un terremoto de magnitud 7,7 azotó el noroeste de Birmania (Myanmar) el pasado viernes, causando graves daños en varias ciudades cercanas, incluyendo la capital de Tailandia, Bangkok. Dos chilenos residentes en el país, Paula Cea y Erich Rivera, relatan cómo vivieron este devastador evento.
Caos y Confusión en las Calles de Bangkok
Paula Cea, una estudiante chilena que vive en la localidad de Rama IX, en Bangkok, se encontraba camino a clases cuando comenzó el sismo. «Iba llegando al edificio cuando empezó este movimiento, la gente se empezó a poner muy nerviosa porque es algo que no se suele vivir aquí en Tailandia, la gente no está acostumbrada a este tipo de cosas»
, cuenta Paula.
Según su relato, el pánico se apoderó rápidamente de las calles. «Todas las personas estaban evacuando, el tráfico se detuvo, fue un caos»
, agrega. Pese a la confusión generalizada, Paula mantuvo la calma y decidió continuar con su rutina. «Yo cuando pasó el sismo, muy chilena dije ‘la vida no se detiene, yo tengo que ir a clases’, yo de hecho estaba llegando a la escuela, no pensé que fuera a detenerse todo, literalmente todo se detuvo»
.
Experiencia Previa Ayuda a Mantener la Calma
Por su parte, Erich Rivera, otro chileno que se encontraba en el Templo del Dragón, al oeste de Bangkok, también relata los momentos de terror que vivió. «Iba a subir unas escaleras y sentí un pequeño mareo y pensé que yo me había descompensado y voy a pisar firme y ahí siento que comienza a moverse la tierra, acto seguido comienza a bajar la gente desesperada, gritando, corriendo (desde el templo)»
, cuenta Erich.
A pesar del caos, Erich, quien tiene experiencia previa con sismos en Chile, logró mantener la calma e incluso intentó tranquilizar a los turistas y tailandeses en la zona. «Trataba de llamar a la calma para que la gente, si iba a escapar, tratara de escapar tranquila y en forma ordenada»
, revela.
Lecciones Aprendidas: Preparación y Solidaridad
Ambos chilenos coinciden en que Tailandia no estaba preparada para un evento de esta magnitud. «Tailandia no está preparada para este tipo de eventos, entonces tampoco tiene un modus operandi»
, comenta Paula. Erich, por su parte, expresa sus dudas sobre la calidad de las construcciones en el país.
Sin embargo, la experiencia previa de los chilenos con terremotos les permitió mantener la calma y, en el caso de Erich, incluso ayudar a otros. «Como chileno ya tenía un poco de experiencia, eso si no tenía mucha confianza en la edificación porque como Tailandia no es un país de sismos, no sé como son las calidades de las construcciones en cuando a resistir estos movimientos»
, señala Erich.
En medio del caos y la destrucción, los relatos de Paula y Erich resaltan la importancia de la preparación y la solidaridad en situaciones de emergencia. Sus experiencias nos recuerdan que, incluso en los momentos más difíciles, la calma y la ayuda mutua pueden hacer la diferencia.