En una elección marcada por la tensión y la sorpresa, el senador Manuel José Ossandón (RN) se ha convertido en el nuevo presidente del Senado de Chile. Sin embargo, el camino hacia este cargo no estuvo exento de desafíos y enfrentamientos, como reveló el propio Ossandón en una entrevista con CNN Chile.
Recordemos que la votación para elegir al presidente del Senado generó divisiones y conflictos dentro del partido de Ossandón, Renovación Nacional, donde la mayoría apoyaba al senador de Evópoli, Felipe Kast. Pero Ossandón logró imponerse en una elección que, según él, fue «democrática» y sin haber «entregado ni ofrecido nada».
Uno de los momentos más tensos de este proceso tuvo lugar el día previo a la votación, cuando Ossandón recibió una sorprendente advertencia de Kast. El día antes de la elección de hace 3 años, estaba sentado en mi pupitre y llegó Felipe Kast mirándome a los ojos. Estaba con dos senadores, Castro y Aravena. Me dijo, textual: ‘Cote, vengo aquí a decirte a los ojos que voy a hacer lo imposible pa’ cagarte y que no seai’ presidente del Senado’
, relató Ossandón.
Una Reconciliación Inesperada
A pesar de esta advertencia, Ossandón logró imponerse en la votación y convertirse en el nuevo presidente del Senado. Pero lejos de mantener una relación tensa con Kast, Ossandón reveló que en este nuevo período se han hecho «amigos» y que le tiene «aprecio» a su colega, a quien calificó como «un gran senador».
Pero ojo, yo ahora en mi discurso le agradecí, porque en este periodo nos hicimos amigos, le tengo aprecio y es un gran senador. Pero no me ganó, nada más
, explicó Ossandón.
Una Lección de Reconciliación Política
La historia de Ossandón y Kast es un claro ejemplo de cómo la política puede ser un campo de batalla, pero también un espacio para la reconciliación y el trabajo conjunto. A pesar de las tensiones iniciales, estos dos senadores han logrado construir una relación de respeto y colaboración, demostrando que la política no tiene por qué ser un juego de suma cero.
Este caso resalta la importancia de mantener una mente abierta, de ser capaces de superar diferencias y de trabajar por el bien común, incluso cuando los intereses personales o partidistas parecen estar en conflicto. Una lección valiosa para todos los actores políticos y para la ciudadanía en general.