Carmen, je t’aime. Pasión y tragedia es una versión libre y chilena de la ópera clásica de Bizet, que se presenta a 150 años de la muerte del compositor francés George Bizet (1838-1875). Bajo la dirección musical del cantante lírico Sebastián Muirhead, esta producción toma un giro inesperado al contar con el contratenor Boris Bustos en el papel principal, una voz masculina que coincide con el registro femenino de contralto.
Lejos de ser una simple reposición, esta versión contemporánea de 50 minutos busca fusionar aportes de la danza y el canto contemporáneo, dando visibilidad a voces escasas en el mundo de la ópera. Según Muirhead, «con esta decisión visibilizamos también a las disidencias que hacen un trabajo importante en el mundo del canto y de la ópera en Chile».
Reinventando un Clásico
Además de la presencia del contratenor, la producción se distingue por otros elementos innovadores. Carmen aparecerá como una figura espectral desde el inicio, con todo el misterio que eso implica, pero sin que eso disminuya el romance y las emociones turbulentas entre ella y Don José, interpretado por el coreógrafo y bailarín Javier Lecaros en un perfil «no binario».
«Sí, es un personaje fantasmal desde el inicio. Ella siempre sabe que va a morir. Aparecerá en escena desde la muerte con todo el misterio que eso implica.»
– Sebastián Muirhead, director musical.
Fusión de Disciplinas Artísticas
Uno de los principales desafíos de esta versión ha sido integrar la danza y la música en vivo de manera armoniosa. Según Muirhead, «poner la danza en beneficio del cuerpo y los cuerpos en beneficio del espectador» ha sido clave. El espectáculo contará con un trío en vivo conformado por Dafna Israel (piano), Esteban Illanes (cello) y Daniella Rivera (violín), quienes acompañarán las coreografías y el canto.
La composición y arreglos musicales están a cargo de Esteban Illanes, mientras que las coreografías y danza son responsabilidad de Javier Lecaros. Esta fusión de disciplinas artísticas busca cautizar los sentidos y despertar emociones profundas en el público.
Democratizando la Ópera
Más allá de los desafíos artísticos, esta versión libre de Carmen también tiene un objetivo de democratizar y descentralizar el género operístico. Según Muirhead, «queremos que todos y todas tengan la oportunidad de verlo y escucharlo», alejándose de la percepción de la ópera como un arte elitista.
La producción se presentará en una sala de teatro, en lugar del tradicional Teatro Municipal, buscando llegar a nuevos públicos y revitalizar el legado de Bizet para las generaciones actuales. Muirhead espera que «la gente la reciba de la mejor manera y que vea las posibilidades que ofrecen otras Carmen«.
Con su enfoque innovador, Carmen, je t’aime. Pasión y tragedia se perfila como una experiencia sensorial que desafiará las convenciones de la ópera tradicional, cautivando a los espectadores con su fusión de disciplinas artísticas y su compromiso por democratizar este género.