Voces Disidentes es un documental que desafía las narrativas tradicionales sobre la relación entre la comunidad judía estadounidense y el Estado de Israel. Dirigido por los cineastas Erin Axelman y Sam Eilertsen, la película sigue a una nueva generación de jóvenes judíos que cuestionan el apoyo incondicional a las políticas israelíes, explorando cómo sus experiencias personales los han llevado a abrazar una visión más crítica y diversa de la identidad judía.
A lo largo de Voces Disidentes, los directores entrevistan a una amplia gama de voces, desde líderes comunitarios y académicos hasta activistas y veteranos militares. Estas perspectivas revelan cómo muchos jóvenes judíos estadounidenses, como Simone Zimmerman y Eitan, han sido educados para apoyar incondicionalmente a Israel, pero luego han cuestionado esa posición tras vivir experiencias directas en los territorios ocupados o al interactuar con la realidad palestina.
El documental muestra cómo estos jóvenes se han visto enfrentados a un conflicto interno entre la formación recibida y las vivencias que han tenido, lo que los ha llevado a abrazar una visión más matizada y crítica del conflicto. Voces Disidentes también aborda la violencia y la descalificación que estos judíos críticos enfrentan en las redes sociales y en sus propias comunidades, donde a menudo se les niega su identidad judía por cuestionar el consenso pro-Israel.
Más allá de las voces oficiales que defienden la posición tradicional, Voces Disidentes da espacio a figuras como la rabina Bennett Miller, el académico Noam Chomsky y la abogada de derechos humanos Noura Erakat, quienes ofrecen una perspectiva alternativa y más crítica sobre el conflicto. Estos testimonios resaltan cómo el espíritu crítico, la búsqueda del conocimiento y el abordaje del dolor y los traumas, tanto propios como ajenos, son elementos centrales de la cultura judía que han sido reivindicados por esta nueva generación de activistas.
En su estreno en Chile, Voces Disidentes ha generado un importante diálogo en la comunidad judía local, al tiempo que ha sido aclamado por su valentía y originalidad en abordar un tema tan complejo y sensible. Los directores Erin Axelman y Sam Eilertsen esperan que su película inspire a más jóvenes judíos estadounidenses a cuestionar el statu quo y a luchar por la libertad y los derechos de sus amigos palestinos.
