Bolivia ha dado un paso significativo en su larga lucha por recuperar su acceso soberano al Océano Pacífico. El presidente Luis Arce anunció la disolución de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), organismo creado en 2011 para impulsar la causa marítima boliviana. Sin embargo, esta decisión no implica un abandono del reclamo, sino más bien una nueva etapa en las relaciones con Chile, enfocada en el diálogo y la diplomacia.
Arce explicó que los objetivos de la Diremar se han cumplido y que ahora es momento de evaluar los procesos judiciales iniciados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Según el mandatario, Bolivia debe conocer a fondo los detalles y resultados de estos litigios para comprender mejor la situación y definir los próximos pasos.
A pesar del cierre de la Diremar, Arce reafirmó que el derecho de Bolivia a una salida soberana al mar seguirá siendo una prioridad nacional e irrenunciable. Recordó que el Tratado de 1904, impuesto a Bolivia por la amenaza del uso de la fuerza, marcó el inicio de su enclaustramiento geográfico. En este sentido, el mandatario boliviano se comprometió a continuar reclamando este legítimo derecho, pero ahora a través de estrategias de diálogo y diplomacia.
Arce destacó que, desde 2021, su gobierno ha trabajado en una agenda positiva con Chile, buscando tender puentes de diálogo para abordar diversos temas de interés mutuo, sin dejar de lado el reclamo marítimo. En el marco del Bicentenario de Bolivia, el presidente reiteró que continuarán reclamando su derecho al mar, pero también desplegando acciones en el marco del diálogo y el respeto al derecho internacional.
Si bien la CIJ determinó en 2018 que Chile no tiene la obligación legal de negociar con Bolivia sobre este tema, Arce señaló que esto no debe entenderse como un impedimento para que ambos países sigan dialogando al respecto. Asimismo, recordó que Bolivia presentó tres contrademandas en 2018 en respuesta a la demanda de Chile por las aguas del Silala, y que recientemente la CIJ saldó esta controversia.
En resumen, el cierre de la Diremar marca una nueva etapa en la búsqueda de una salida soberana al mar para Bolivia, una lucha histórica que ahora se enfocará en el diálogo y la diplomacia con Chile, siempre manteniendo este reclamo como una prioridad nacional.