Raquel Argandoña, conocida figura pública en Chile, ha expresado su profunda tristeza por el distanciamiento entre sus hijos Kel Calderón y Nano Calderón. Ambos hermanos no se han hablado en años, incluso cuando Raquel se vio envuelta en una polémica por filtrar el embarazo de Melina Noto, Nano tomó partido para felicitar a Pangal Andrade y arremeter contra su propia hermana.
En una emotiva entrevista en el programa Tal Cual, Raquel abrió su corazón al hablar sobre este doloroso distanciamiento familiar. Esto ocurrió después de que su compañera Patricia Maldonado expresara su temor a morir y que sus hijos no la acompañen en ese momento.
Yo creo que es la única manera de que se junten todos (habló del día de su muerte). Y lo he pensado, dije, ‘ojalá yo me vaya’. Porque es el momento en que se tienen que unir todos, no sé si van a abrazarse, pero tienen que estar todos juntos
, dijo Raquel entre lágrimas, dejando entrever su deseo de que sus hijos puedan reconciliarse en su último adiós.
A pesar de que Kel se ha reconciliado recientemente con su madre, la distancia entre los hermanos Calderón sigue siendo evidente. Raquel espera que, en el momento de su partida, sus hijos puedan dejar atrás sus diferencias y estar juntos, aunque sea por última vez.
La Búsqueda de la Unidad Familiar
La situación entre Kel y Nano ha sido un tema recurrente en los medios chilenos. Ambos hermanos parecen haber tomado caminos muy diferentes, lo que ha generado una brecha que, hasta el momento, no han logrado cerrar.
Para Raquel, esta división familiar es una fuente constante de preocupación y tristeza. Ella anhela que sus hijos puedan encontrar la manera de sanar sus heridas y volver a estar unidos, al menos en el momento de su partida.
No sé si van a abrazarse, pero tienen que estar todos juntos
, expresó Raquel, reflejando su esperanza de que, a pesar de las diferencias, sus hijos puedan estar presentes y acompañarse mutuamente en ese momento tan significativo.
Más Allá de las Diferencias
Más allá de las polémicas y los distanciamientos, Raquel Argandoña parece estar buscando una reconciliación sincera entre sus hijos. Ella entiende que las diferencias pueden ser profundas, pero espera que el amor y el vínculo familiar puedan prevalecer en el momento final.
Esta historia conmovedora nos recuerda la importancia de la unidad familiar, incluso en los momentos más difíciles. Raquel Argandoña, con su valentía y vulnerabilidad, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de sanar heridas y priorizar el amor por encima de los conflictos.
Mientras Kel y Nano continúan su propio camino, la esperanza de Raquel es que puedan encontrar la manera de estar juntos, al menos en el último adiós, y así honrar el vínculo que los une como hermanos.
