En 2016, el Partido Comunista (PC) se vio obligado a vender 218 inmuebles para cumplir con la nueva Ley de Partidos Políticos. La compradora de estos bienes fue la Sociedad de Inversiones Progreso SpA, lo que generó controversia en su momento, ya que fue constituida por un miembro del partido: Ricardo Castro.
Falta de Solvencia Económica
Sorprendentemente, Castro no tenía la capacidad financiera para adquirir este patrimonio avaluado en $3 mil millones de pesos. Sin embargo, logró hacerse con 95 departamentos, 89 bodegas y 34 estacionamientos, ubicados en Santiago y La Cisterna, al comprar todas las acciones de la Inmobiliaria e Inversiones Araucaria SpA, que era la propietaria de los inmuebles del PC.
Reventa a Personas Vinculadas
Más de 8 años después, se han revelado nuevos vínculos entre las propiedades vendidas por el partido y militantes del mismo. Progreso SpA vendió 43 de los inmuebles adquiridos, y de estos, 31 terminaron en manos de personas ligadas al PC.
Conexiones con la Universidad ARCIS
La principal compradora fue Inmobiliaria Libertad S.A., la misma que en 2014 fue clave en el ingreso del PC a la administración de la Universidad ARCIS, la cual cerró posteriormente por problemas económicos, dejando a los estudiantes sin poder terminar sus estudios.
Otros Compradores Vinculados
Además, se identificaron otros compradores relacionados con el PC, como Ricardo Paredes, Inversiones Huelquén S.A., Patricia Sepúlveda y Pedro Vuskovic, quien si bien no es militante, tiene vínculos familiares con el partido.
Deuda Pendiente y Falta de Explicaciones
Finalmente, se destaca que Progreso adeuda más de $4.500 millones al PC por la compra original de $3 mil millones, habiendo pagado solo el 33,9% del total. Ante esto, el partido ha repactado la forma de pago en tres ocasiones, sin que se hayan entregado explicaciones sobre los traspasos de las propiedades.