En la era digital, las tecnologías de pago sin contacto como NFC (Near Field Communication) y RFID (Radiofrecuency Identification) se han vuelto cada vez más comunes en nuestra vida cotidiana. Si bien ofrecen una mayor conveniencia, también presentan vulnerabilidades que los delincuentes han sabido aprovechar para llevar a cabo nuevas formas de fraude.
Entendiendo las Tecnologías NFC y RFID
La tecnología RFID se basa en el uso de ondas de radio para transferir datos entre un dispositivo lector y una etiqueta o tarjeta equipada con un chip RFID. Este proceso se produce sin necesidad de contacto físico, aunque sí requiere una cercanía. Existen dos tipos principales: RFID pasivo, que no tiene batería propia y se activa únicamente por la energía de la señal de radio emitida por el lector, y RFID activo, que cuenta con una batería interna y permite la transmisión de señales a mayor distancia.
Por otro lado, NFC es una versión más avanzada de RFID, que permite la comunicación bidireccional entre dispositivos. Mientras que RFID se limita a la comunicación unidireccional (del lector a la etiqueta), NFC permite el intercambio de datos entre dos dispositivos, como teléfonos inteligentes o tarjetas de crédito. Esta tecnología es muy utilizada en pagos sin contacto y transferencias de datos.
El Peligro del Robo sin Contacto
Lamentablemente, los delincuentes han encontrado formas de explotar estas tecnologías para llevar a cabo fraudes sin contacto. Mediante el uso de dispositivos portátiles de lectura RFID/NFC, pueden capturar información de tarjetas o documentos que tienen chips RFID sin que la víctima se dé cuenta. Estos dispositivos son pequeños y discretos, lo que les permite leer los datos de forma rápida y sin necesidad de contacto físico.
Uno de los tipos de fraude más comunes es el skimming, en el que los delincuentes copian los datos de la tarjeta de crédito o débito de la víctima y, en algunos casos, incluso realizan transacciones con esos datos. Una vez capturados los datos, se requiere un paso adicional como la clonación de tarjetas o el uso de datos robados en transacciones en línea para llevar a cabo el fraude.
Protege tus Pagos sin Contacto
Para protegerte contra estos ataques, ESET, empresa líder en detección proactiva de amenazas, recomienda tomar las siguientes medidas:
- Establecer límites de pago bajos: Al reducir la cantidad máxima de transacciones, se minimiza el impacto financiero en caso de que un delincuente logre acceder a tus datos.
- Utilizar autenticación biométrica o PIN: Habilita y usa métodos de autenticación, como el reconocimiento facial o huella digital, para evitar que cualquier persona realice pagos sin tu consentimiento.
- Aprovechar la tokenización: Las billeteras digitales que emplean este proceso reemplazan los datos reales de una tarjeta con un número virtual (token) para cada transacción, protegiendo así tu información bancaria.
- Desactivar la función de pago sin contacto: Si no la utilizas con frecuencia, considera desactivar temporalmente la opción de pago sin contacto para aumentar tu seguridad.
- Mantener los dispositivos actualizados: Las actualizaciones del sistema a menudo incluyen correcciones para fallas de seguridad que pueden ser explotadas por los delincuentes.
- Monitorear las transacciones: Estar atento a cualquier actividad sospechosa te permitirá detectar rápidamente cargos no autorizados y tomar medidas de inmediato.
- Usar bloqueadores de RFID: Aunque no son infalibles, este tipo de funda puede ayudar a minimizar el riesgo y dificultar que los dispositivos de lectura RFID/NFC capturen tus datos sin autorización.
Mantente informado sobre las últimas novedades en seguridad informática y no dudes en implementar estas medidas de protección para que tus equipos y datos estén seguros. Recuerda que la prevención es clave para evitar ser víctima de estos fraudes sin contacto.
