En un giro inesperado, el Tribunal Oral de Cañete ha determinado que el Ministerio Público y el Instituto de Derechos Humanos (INDH) deberán pagar 28 millones de pesos al cabo de la Armada, Ricardo Seguel, que fue llevado a juicio por la muerte del comunero Yordan Llempi.
La sentencia que absolvió al uniformado concluyó que la investigación realizada por la Fiscalía fue sesgada y que el trabajo del INDH como querellante fue temerario, al no aportar pruebas que sustentaran su acusación. Esto ha llevado a la condena en costas, que incluyen los gastos en que incurrió el cabo Seguel por concepto de honorarios a sus defensores, peritajes balísticos y topográficos, así como los efectos negativos que la investigación ocasionó en su cliente.
Presunción de Inocencia y Reparación del Daño
Este caso resalta la importancia de la presunción de inocencia y la necesidad de una justicia restaurativa que no solo absuelva al acusado, sino que también repare el daño causado por una investigación y acusación infundadas.
«La sentencia ha reconocido que el cabo Seguel fue víctima de una investigación sesgada y una acusación temeraria, lo cual le generó un gran perjuicio personal y económico. Esta condena en costas es un paso importante hacia la reparación del daño y el fortalecimiento de la confianza en el sistema de justicia»
, afirmó el abogado Sergio Contreras, quien representó al uniformado absuelto.
Lecciones Aprendidas y Mejoras Necesarias
Este caso también pone de manifiesto la necesidad de mejorar los procesos de investigación y acusación por parte de la Fiscalía y los organismos querellantes, como el INDH. Es fundamental que se garantice una investigación exhaustiva y objetiva, que respete la presunción de inocencia y evite perjuicios innecesarios a los imputados.
Además, la condena en costas resalta la importancia de reparar adecuadamente a aquellos que han sido víctimas de un proceso judicial injusto. Esto no solo contribuye a la justicia y la reconciliación, sino que también fortalece la confianza de la ciudadanía en el sistema de justicia.
En resumen, este caso es un ejemplo de cómo la justicia restaurativa puede y debe ser aplicada, no solo para absolver a los inocentes, sino también para resarcir el daño causado por una investigación y acusación deficientes. Un paso importante hacia una justicia más justa y equitativa.