El grupo islamista Hamás ha condenado enérgicamente el ataque de Israel a la Franja de Gaza, rompiendo una tregua de 58 días. En un comunicado, Hamás advirtió que esta acción pone en riesgo a los rehenes, exponiéndolos a un «destino incierto«.
Según Hamás, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su «gobierno extremista» son «plenamente responsables de las repercusiones de la traicionera agresión sobre Gaza, sobre los civiles indefensos». El grupo islamista instó a los mediadores internacionales a exigir a Netanyahu y a Israel que asuman su responsabilidad por violar y revocar el acuerdo de alto el fuego.
Hamás también hizo un llamado a la Liga Árabe, la Organización de Cooperación Islámica, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Consejo de Seguridad de la ONU para que respalden a la resistencia palestina y adopten una resolución que obligue a Israel a adherirse a la Resolución 2735 de la ONU, que exige el fin de la agresión y la retirada de toda la Franja de Gaza.
Por su parte, la Oficina del primer ministro israelí justificó la reanudación de los ataques en Gaza por la «reiterada negativa de Hamás para liberar a los rehenes que aún siguen en su poder». Sin embargo, Hamás acusa a Netanyahu y su gobierno de tomar una «decisión de revocar el acuerdo de alto el fuego», exponiendo a los prisioneros a un «destino desconocido».
Este nuevo brote de violencia en la región amenaza con desencadenar una nueva escalada del conflicto entre Israel y Hamás, con graves consecuencias para la población civil y los rehenes que se encuentran en la Franja de Gaza. La comunidad internacional deberá intervenir para detener esta espiral de violencia y exigir el respeto de los acuerdos de alto el fuego.