Wall Street cerró la sesión de este jueves en territorio de corrección, con el S&P 500 cayendo un 1,39% hasta los 5.521 puntos, el Dow Jones de Industriales retrocediendo un 1,3% hasta los 40.813 enteros, y el Nasdaq perdiendo un 1,96% para cerrar en 17.303 unidades. Estas pérdidas se han intensificado esta semana, con los principales índices encaminados a registrar caídas superiores al 4%.
Las nuevas medidas arancelarias impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han sido el principal detonante de esta volatilidad en los mercados. Trump amenazó con imponer un arancel del 200% al vino y al resto de bebidas alcohólicas procedentes de la Unión Europea (UE), en represalia por los planes de Bruselas de gravar las importaciones de whisky estadounidense, lo que podría empeorar aún más la actual guerra comercial.
En paralelo, el precio del oro ha logrado anotar nuevos máximos históricos, superando por primera vez en la historia la barrera de los $3.000 dólares la onza. Esta subida responde al papel del metal precioso como un «refugio» para los inversores que buscan asegurar sus patrimonios en activos que puedan sortear los cambios e incertidumbre que genera la política comercial de Trump.
A pesar de algunas señales alentadoras respecto a la inflación, con el Índice de Precios al Productor (IPP) y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero mejores de lo esperado, las acciones han seguido cayendo. El único sector que registró ganancias al final de la sesión era el de servicios públicos (0,27%), mientras que las mayores pérdidas las sufrían el de comunicaciones (-2,67%), el de bienes no esenciales (-2,58%) y el inmobiliario (-2%).
En contraste con la tendencia global, la Bolsa de Comercio de Santiago se ha desacoplado del pesimismo de los mercados internacionales en las últimas jornadas. Hoy, el IPSA escaló un 0,79% hasta los 7.449,87 puntos, anotando nuevos máximos históricos, mientras que el IGPA también avanzó un 0,77% hasta los 37.411,60 enteros.
