Vladímir Putin, presidente de Rusia, ha ordenado al Ejército ruso que aplaste a las Fuerzas Armadas de Ucrania que aún permanecen en la región rusa de Kursk. Según los militares rusos, Rusia ha recuperado ya el 86% del territorio ocupado por el enemigo en esta región.
Putin confía en que todas las misiones de las unidades de combate rusas se completen incondicionalmente y que el territorio de Kursk quede completamente liberado del enemigo en un futuro próximo. La tarea de las tropas rusas ahora es destruir «a la mayor brevedad posible» al enemigo atrincherado en Kursk.
El jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerásimov, informó que los militares ya habían recuperado el control sobre cerca del 90% del territorio de Kursk y que la operación de expulsión del enemigo seguía en marcha. Según Guerásimov, en los últimos cinco días, las tropas rusas liberaron 24 localidades y 259 kilómetros cuadrados de territorio de la región de Kursk.
Pérdidas Ucranianas en Kursk
Guerásimov afirmó que durante la operación de Kursk, el enemigo perdió más de 67.000 militares, incluyendo a sus unidades «más entrenadas y motivadas» y a mercenarios extranjeros. La ofensiva rusa habría cogido desprevenidos a los defensores ucranianos, parte de los cuales procedió a la retirada o se entregó prisionero.
Propuesta de Tregua en Suspenso
En el marco de las negociaciones con Estados Unidos en Arabia Saudita, Ucrania aceptó una tregua de 30 días a lo largo de todo el frente, con la condición de que Rusia también acate el alto al fuego. Sin embargo, hasta el momento, el Kremlin aún no ha respondido a esta propuesta.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que «ahora depende de Rusia» la entrada en vigor de dicha tregua en Ucrania. Mientras tanto, se espera que el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, celebre una importante reunión con las autoridades rusas en Moscú para intentar que el Kremlin acepte el acuerdo.
La batalla por Kursk se perfila como un momento decisivo en el conflicto ucraniano, con Rusia buscando consolidar su control sobre la región y Ucrania esperando una tregua que aún no ha sido aceptada por Moscú. Los próximos pasos de ambos bandos tendrán un impacto significativo en el curso de la guerra.