Más allá de su valor simbólico, las monedas tienen costos de producción asociados que, en ocasiones, pueden diferir significativamente de su denominación nominal. Este es un fenómeno que ha llevado a importantes decisiones en Chile y otros países, como la retirada de circulación de ciertas monedas.
El Costo de Producir Monedas en Chile
Bajo la supervisión del Banco Central, la Casa de Moneda de Chile es la encargada de fabricar las diferentes denominaciones de monedas que circulan en el país. Gracias a una solicitud de Transparencia, se pudo acceder al detalle sobre el costo promedio de producción de cada tipo de moneda durante el período 2022-2024:
- Moneda de $10: Costo promedio de $49,4
- Moneda de $50: Costo promedio de $126,5
- Moneda de $100 (versión 2001): Costo promedio de $123,5
- Moneda de $500: Costo promedio de $121,6
Estos datos revelan que el costo de producción de algunas monedas puede ser significativamente mayor a su valor nominal, lo que ha llevado a tomar medidas como la retirada de circulación de las monedas de $1 y $5, cuyo costo de fabricación era de $6 y $17 respectivamente.
Composición de las Monedas Chilenas
La mayoría de las monedas a nivel mundial se fabrican utilizando cobre, pero en el caso de Chile, la composición exacta varía según la denominación:
- Monedas de $10 y $50: Aleación Cunial (92% cobre, 6% aluminio, 2% níquel)
- Monedas de $100 (versión 2001): Núcleo de aleación alpaca (70% cobre, 15% níquel, 15% zinc), anillo de aleación Cunial
- Moneda de $500: Núcleo de aleación de 95% cobre y 5% aluminio, anillo de aleación alpaca
Según el Banco Central, el uso de aleaciones bimetálicas en las monedas de mayor denominación ayuda a prevenir la falsificación, además de ser una práctica común a nivel mundial.
Implicaciones y Decisiones
La discrepancia entre el costo de producción y el valor nominal de algunas monedas ha llevado a decisiones como la retirada de circulación de las monedas de $1 y $5 en Chile, y más recientemente, la orden del presidente Trump de dejar de emitir los pennies de 1 centavo de dólar en Estados Unidos, cuyo costo de fabricación superaba los 3 centavos.
Estos casos evidencian la importancia de analizar los costos reales asociados a la producción de monedas, más allá de su valor simbólico, para garantizar la sostenibilidad y eficiencia del sistema monetario.