La ciudad de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires, Argentina, se encuentra en estado de emergencia tras sufrir las consecuencias de una tormenta histórica que ha dejado un saldo devastador. Según las autoridades, al menos 13 personas han perdido la vida y más de 1.300 han tenido que ser evacuadas de sus hogares debido a las intensas lluvias que azotaron la región.
Lluvias récord y destrucción generalizada
De acuerdo con el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, la tormenta descargó más de 400 milímetros de lluvia en tan solo ocho horas, una cantidad que normalmente se registra durante todo un año en Bahía Blanca. «Esto es algo inédito», afirmó el funcionario, describiendo la situación como una «ciudad destruida».
La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, también se hizo presente en el lugar y confirmó la gravedad de los daños. «Bahía Blanca es una ciudad destruida», declaró, agregando que las autoridades se encuentran buscando a dos niñas de 1 y 5 años de edad que habrían sido arrastradas por las aguas.
Víctimas y evacuados
De las 13 víctimas mortales, siete han sido identificadas, mientras que cinco aún permanecen sin identificar. Según la alcaldía, al menos cinco de los fallecidos murieron en la vía pública, y no se descarta que haya más víctimas en esta ciudad de 350.000 habitantes.
En cuanto a los evacuados, la cifra inicial de 1.321 personas se redujo a 1.128 entre la noche del viernes y la mañana del sábado, según el último reporte de la alcaldía. Las autoridades continúan trabajando para brindar asistencia a los afectados y restablecer los servicios básicos en la zona.
Reconstrucción y resiliencia
La tormenta ha dejado a gran parte de la ciudad sin suministro eléctrico, lo que llevó a la alcaldía a suspender el servicio por razones de seguridad debido a la gran cantidad de agua en las calles. Los esfuerzos se centran ahora en la reconstrucción de la infraestructura dañada y en la atención a las familias que han perdido sus hogares.
La comunidad de Bahía Blanca se enfrenta a un desafío sin precedentes, pero las autoridades y los habitantes han demostrado su determinación para superar esta crisis y reconstruir su ciudad de manera más resiliente. La solidaridad y el apoyo mutuo serán fundamentales en este proceso de recuperación.
