China se presenta como una potencia confiable y un socio estable en un mundo cada vez más incierto, según las declaraciones del canciller chino, Wang Yi. En una conferencia de prensa, el jefe de la diplomacia china acusó a la administración de Donald Trump de querer volver a «la ley de la jungla», posicionando a Pekín como una fuerza «responsable» y «constructiva» en la escena internacional.
Wang criticó duramente la postura de Estados Unidos, afirmando que Washington está «obsesionado con exhibir una posición de fuerza» y que «el mundo no puede volver a ‘la ley de la selva’, debe avanzar, no retroceder». En este sentido, el canciller chino hizo un llamado a que los «países importantes» asuman sus «obligaciones internacionales», recalcando que «una gran potencia no puede ir intimidando a los más débiles».
Ante las crecientes tensiones entre ambas potencias, marcadas por las disputas comerciales, Wang insistió en que el «respeto mutuo» debe ser el «principio básico» que rija las relaciones bilaterales. Advirtió que Washington intenta «contener» a China y que la «doble cara» de Trump «no ayuda a generar confianza mutua».
China, Socio Estable y Confiable
En contraposición a la imprevisibilidad de Trump, el canciller chino buscó posicionar a China como un «socio estable y confiable» en la escena internacional. Wang afirmó que Pekín seguirá siendo «constructiva» en la consecución de una paz duradera en Ucrania, y que trabajará junto con la comunidad internacional «de acuerdo con los deseos de las partes» partiendo de su postura «objetiva e imparcial» sobre el conflicto.
«Daremos certidumbre a este mundo incierto. Seremos una fuerza justa y recta para la paz y la estabilidad mundiales»
, aseguró el canciller chino.
Apoyo al Sur Global y Rechazo a la Injerencia de Trump
Wang también mostró el rechazo de China al plan de Trump de tomar el control de Gaza, afirmando que el enclave «pertenece al pueblo palestino» y que «cambiar su estatus por la fuerza no traerá paz sino más caos». En este sentido, reiteró el apoyo de su país a la «solución de dos Estados» para que «los pueblos árabe y judío puedan coexistir a largo plazo».
Asimismo, el canciller hizo un guiño al «Sur Global», defendiendo a las economías emergentes como una «fuerza clave para mantener la paz y el desarrollo globales» y la «llave para traer estabilidad al mundo». En este contexto, citó a Latinoamérica, afirmando que la región desea «independencia y autonomía» y «no ser el patio trasero de nadie».
Tensiones Comerciales y Geopolítica
A pesar de este tono conciliador, Wang no dejó de abordar las tensiones comerciales entre China y la Unión Europea, así como las fricciones en el Mar Meridional de China, donde atribuyó los choques marítimos con Filipinas a «fuerzas externas».
En general, el canciller chino buscó posicionar a Pekín como una potencia responsable y un socio confiable, en contraposición a la imprevisibilidad y la retórica belicista de la administración de Trump. Esta estrategia forma parte de los esfuerzos de China por asumir un papel de liderazgo global en un mundo cada vez más incierto.