Más allá de la causa por tráfico de influencias que involucra a la diputada Karol Cariola, el caso Sierra Bella esconde una tercera arista que podría ser clave en la investigación. Esta nueva línea de indagación se abrió a partir de la querella por estafa presentada por el empresario de Concepción, Marcelo Becker, contra el representante de la inmobiliaria dueña de la Clínica Sierra Bella, Felipe Sánchez.
Según Becker, él entregó a su amigo Sánchez 150 millones de pesos como inversión, después de que este le asegurara que estaba en conversaciones con la Municipalidad de Santiago por un negocio que dejaría a todos «paraditos». Dicho negocio se refería a la venta de la Clínica Sierra Bella a la entonces alcaldesa de Santiago, Hirací Hassler.
Contrario a los hasta 800 millones de pesos que Becker esperaba recibir como ganancia, hasta el momento ni siquiera los 150 millones le han sido devueltos. Por esta razón, el empresario penquista solicitó una investigación por estafa a la Fiscalía Metropolitana Oriente.
Según el abogado de Becker, Andrés Durán, el destino de la inversión habrían sido las reparaciones necesarias para la venta de la Clínica Sierra Bella que Sánchez negociaba con la ex alcaldesa Hassler. Esta nueva arista se abrió de manera paralela a la indagatoria por tráfico de influencias que involucra a Karol Cariola.
Marcelo Becker ya entregó su primera declaración ante el Ministerio Público este lunes, diligencia que se realizó al mismo tiempo que la PDI incautaba un notebook y un teléfono móvil a la diputada Cariola. Estas revelaciones inesperadas abren nuevas interrogantes en torno al complejo caso Sierra Bella.