En un mundo cada vez más volátil e impredecible, el auge de líderes transaccionales está redefiniendo las reglas del juego geopolítico. Desde el sorprendente giro de Javier Milei en su postura hacia Ucrania hasta el retroceso de la democracia a nivel global, este fenómeno está sacudiendo los cimientos del orden internacional establecido.
El Giro Transaccional de Milei
Hace apenas unos años, Milei se presentaba como un firme aliado del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, incluso llegando a declarar su «máximo apoyo al pueblo ucraniano». Sin embargo, cuando la Asamblea General de la ONU votó una resolución exigiendo la retirada inmediata de las fuerzas rusas, Milei sorprendió al abstenerse, alineándose con países como Estados Unidos, Corea del Norte y Nicaragua.
¿Cómo se explica este cambio? Hay al menos dos respuestas: una realista, que sugiere que Argentina hizo un cálculo geopolítico y concluyó que Ucrania no recuperará los territorios ocupados; y otra tribal, que indica que Milei siguió la señal de su aliado Donald Trump.
Este giro refleja la creciente tendencia hacia el transaccionalismo en la política internacional, donde las relaciones entre países ya no están guiadas por alianzas de largo plazo o valores compartidos, sino por balances de cuenta de corto plazo.
El Auge del Transaccionalismo Global
El transaccionalismo no es un fenómeno nuevo, pero su auge en las últimas décadas ha transformado profundamente el orden mundial. Líderes como Trump, Putin y Xi Jinping han elevado el transaccionalismo a nuevas alturas, utilizando la diplomacia mercantil, el chantaje y el equilibrio de poder para perseguir sus intereses a corto plazo.
Este enfoque ha socavado la confianza y las instituciones que sostenían el sistema internacional, dando paso a un mundo de «mercaderes» listos para el siguiente regateo, sin importar las consecuencias a largo plazo.
El Impacto en la Democracia Global
Según el último informe del Democracy Index de The Economist Intelligence Unit, la democracia global está en peor estado que en cualquier otro momento de la historia del índice. Apenas el 6.6% de la población mundial vive en una democracia plena, mientras que 2 de cada 5 personas viven en un régimen autoritario.
Este retroceso de la democracia está íntimamente ligado al auge del transaccionalismo, que privilegia los intereses de corto plazo sobre los valores y las instituciones que sostienen el orden liberal internacional.
Desafíos y Perspectivas
En un mundo cada vez más transaccional, los líderes y países deben enfrentar importantes desafíos. La preferencia por las relaciones bilaterales, la mirada cortoplacista y la lógica de suma cero amenazan la estabilidad y la cooperación global.
Sin embargo, también existen oportunidades para aquellos países que sepan navegar este nuevo paradigma con habilidad, como India, Turquía y Arabia Saudita, que han demostrado que una diplomacia de equilibrios flexibles puede ser más rentable que los compromisos inquebrantables.
En última instancia, el futuro del orden mundial dependerá de si los líderes y las naciones logran reconstruir la confianza y las instituciones necesarias para hacer frente a los desafíos globales, o si el transaccionalismo termina por prevalecer, condenándonos a un mundo de «mercaderes» sin rumbo.