Un reciente ensayo clínico realizado en Norteamérica ha revelado un hallazgo sorprendente: las enfermeras y parteras formadas en el tratamiento de la depresión posparto pueden brindar una terapia tan efectiva como la proporcionada por psicólogos y psiquiatras. Este descubrimiento tiene el potencial de revolucionar la forma en que se aborda este trastorno mental común pero a menudo desatendido.
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, involucró a 1.230 mujeres y encontró que, independientemente del profesional que brindara la terapia, las pacientes experimentaron una mejora significativa en los síntomas de depresión y ansiedad después de recibir hasta ocho sesiones semanales de tratamiento.
Cerrando la brecha en la atención a la depresión posparto
La depresión posparto afecta aproximadamente a una de cada cinco mujeres embarazadas, pero lamentablemente solo alrededor del 10% recibe el tratamiento adecuado. Esto se debe en gran medida a la escasez de especialistas en salud mental capaces de atender a esta población.
Para abordar este problema, el equipo de investigadores de Canadá y Estados Unidos decidió explorar si la terapia conversacional administrada por personal no especializado en salud mental, pero capacitado en depresión posparto, podría ser una solución efectiva.
Resultados sorprendentes del estudio
Los hallazgos del estudio, denominado SUMMIT, fueron realmente impresionantes. Después de las sesiones de terapia, las puntuaciones de depresión disminuyeron de una media de 16 a 9 en la Escala de Depresión Postparto de Edimburgo, situándose por debajo del umbral de depresión leve de 10. Además, las puntuaciones de ansiedad también bajaron de una media de 12 a 7 en la escala de Trastorno de Ansiedad Generalizada-7, situándose por debajo del umbral clínico de 8.
Estos resultados fueron independientes de la gravedad de los síntomas antes del tratamiento, lo que demuestra la versatilidad y eficacia de este enfoque.
Formación y supervisión de las enfermeras y parteras
El programa de formación que recibieron las enfermeras y parteras participantes en el estudio tuvo una duración de entre 20 y 25 horas, y estuvo supervisado por especialistas en salud mental. Además, incluyó ejercicios prácticos para garantizar que las profesionales estuvieran preparadas para brindar una terapia de calidad.
Las sesiones no pretenden sustituir a la terapia de especialistas formados, sino ofrecer ayuda a las pacientes que se enfrentan a este trastorno mental común pero a menudo no están tratadas por la escasez de especialistas
, explica Daisy Singla, una de las autoras del estudio y profesora de la Universidad de Toronto.
Telemedicina: una solución práctica y accesible
El estudio también investigó la eficacia de la terapia conversacional a través de la telemedicina en comparación con las sesiones presenciales, y el resultado fue que ambas modalidades son igualmente beneficiosas.
La terapia conversacional es eficaz, pero en gran medida inaccesible. Mientras nuestros sistemas sanitarios luchan contra la escasez de especialistas, muchas mujeres sufren en silencio. Aprovechar soluciones sencillas y pragmáticas de reparto de tareas y telemedicina tiene el potencial de transformar la atención sanitaria y mejorar el acceso a servicios esenciales de salud mental
, agrega Singla.
Este innovador estudio ha demostrado que las enfermeras y parteras capacitadas pueden desempeñar un papel crucial en la atención a la depresión posparto, brindando un apoyo tan efectivo como el proporcionado por los profesionales de salud mental especializados. Una solución práctica y accesible que tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad de vida de miles de mujeres.
