Rubén Campos y Miguel Ángel Guzmán, reconocidos diseñadores chilenos, han levantado sus voces para criticar la falta de apoyo a la industria de la moda nacional. En particular, han arremetido contra la animadora Karen Doggenweiler por priorizar vestidos internacionales en su paso por el Festival de Viña del Mar, dejando de lado a los talentos locales.
Campos, quien en el pasado le prestó un diseño a Doggenweiler para la Gala de Viña, se molestó al no ser elegido para vestirla este año. Según él, el valor ofrecido por cada vestido «no paga las horas de trabajo, ni la tela, ni mi know-how». Incluso calificó como una «falta de respeto» ofrecer 2 millones de pesos a un diseñador con más de 40 años de experiencia.
Por su parte, Miguel Ángel Guzmán se unió a las críticas, expresando su «luto por el gremio, por los diseñadores chilenos, por los creativos» debido a esta «falta de respeto que se ha hecho permanente a través de los años de usar ropa de extranjeros». Guzmán recordó una ocasión en que vistió a Doggenweiler para una Gala con un vestido rojo que recibió muy buenas críticas, pero no recibió remuneración alguna.
Ambos diseñadores coinciden en que existe una tendencia entre figuras públicas de «no tener plata en Chile, pero sí tener para ir a comprar a París». Guzmán criticó esta «cosa que te valida, tontona», y recalcó que «en Chile tenemos un talento increíble» que merece ser reconocido y valorado.
La polémica ha puesto en evidencia la necesidad de un mayor apoyo a la industria de la moda nacional. Los diseñadores chilenos reclaman que se les brinde una justa retribución por su trabajo y que las celebridades prioricen los diseños locales en eventos de alta exposición como el Festival de Viña.