Un equipo de científicos del Centro Sainsbury Wellcome (SWC) de University College de Londres ha realizado un descubrimiento revolucionario sobre los mecanismos cerebrales que permiten a los animales dominar sus reacciones instintivas de miedo. Este hallazgo podría sentar las bases para el desarrollo de terapias más efectivas para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la ansiedad.
Cómo el cerebro aprende a suprimir el miedo
Los investigadores estudiaron a ratones a los que se les presentaba una sombra en expansión que simulaba la aproximación de un depredador aéreo. Inicialmente, los roedores buscaban refugio ante esta amenaza visual. Sin embargo, después de varias exposiciones sin peligro real, aprendieron a permanecer tranquilos en lugar de escapar. Esto les proporcionó un modelo para estudiar cómo el cerebro suprime las respuestas de miedo.
El equipo descubrió que regiones específicas del córtex visual son esenciales para este proceso de aprendizaje, y que el núcleo geniculado ventrolateral (vLGN) del cerebro almacena estos recuerdos inducidos por el aprendizaje. Cuando se inactivaban áreas visuales corticales, los animales no lograban aprender a suprimir sus respuestas de miedo.
Mecanismo celular y molecular del aprendizaje
Los investigadores también desentrañaron los mecanismos celulares y moleculares que subyacen a este proceso. Descubrieron que el aprendizaje se produce por un aumento de la actividad neuronal en determinadas neuronas del vLGN, desencadenado por la liberación de endocannabinoides, moléculas mensajeras internas del cerebro conocidas por regular el estado de ánimo y la memoria. Esta liberación disminuye la entrada inhibitoria a las neuronas vLGN, lo que conlleva una mayor actividad en esta zona del cerebro cuando se encuentra el estímulo de amenaza visual, suprimiendo así las respuestas de miedo.
Implicaciones y aplicaciones clínicas
Los autores señalan que estos hallazgos podrían ayudar a comprender mejor qué es lo que falla en el cerebro cuando la regulación de la respuesta al miedo está alterada en enfermedades como las fobias, la ansiedad y el TEPT. Aunque las reacciones instintivas de miedo a los depredadores pueden ser menos relevantes para los humanos modernos, la vía cerebral descubierta también existe en los seres humanos.
Esto podría abrir nuevas vías para tratar los trastornos del miedo actuando sobre los circuitos vLGN o los sistemas endocannabinoides localizados. El equipo planea ahora colaborar con investigadores clínicos para estudiar estos circuitos cerebrales en humanos, con la esperanza de desarrollar algún día tratamientos nuevos y específicos para las respuestas inadaptadas al miedo y los trastornos de ansiedad.
Nuestros hallazgos podrían ayudar a comprender mejor qué es lo que falla en el cerebro cuando la regulación de la respuesta al miedo está alterada en enfermedades como las fobias, la ansiedad y el TEPT.
– Profesor Hofer, autor principal del estudio.