La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado el campo de la ciberseguridad, creando una carrera armamentística entre defensores y atacantes. Mientras que la IA ayuda a los equipos de seguridad a mejorar sus capacidades, los cibercriminales también están aprovechando esta tecnología para perfeccionar sus ataques.
Amenazas Emergentes Impulsadas por la IA
Según expertos, es casi seguro que el volumen y el impacto de los ciberataques aumentarán en los próximos dos años. La IA generativa (GenAI) puede facilitar campañas de ingeniería social convincentes en idiomas locales, mientras que el reconocimiento automatizado puede identificar activos vulnerables a gran escala.
Algunas de las principales amenazas que se prevén para 2025 incluyen:
- Elusión de la autenticación: Los deepfakes se utilizarán para ayudar a los estafadores a hacerse pasar por clientes en verificaciones biométricas.
- Compromiso del correo electrónico comercial (BEC): La IA se usará para engañar a destinatarios corporativos y transferir fondos a cuentas controladas por los estafadores.
- Suplantación de identidad: Los modelos de lenguaje abiertos permitirán a los estafadores suplantar identidades de víctimas en secuestros virtuales y otras estafas.
- Desinformación: La GenAI se aprovechará para generar fácilmente contenido falso y engañar a los usuarios en redes sociales.
- Descifrado de contraseñas: Las herramientas impulsadas por IA podrán desenmascarar credenciales de usuario en masa para acceder a redes y datos corporativos.
Protección Impulsada por la IA
Por otro lado, se espera que la IA desempeñe un papel cada vez más importante en el trabajo de los equipos de ciberseguridad. Estas nuevas capacidades ayudarán a generar datos sintéticos para la formación, resumir informes de amenazas, priorizar alertas, automatizar flujos de trabajo y analizar grandes volúmenes de datos en busca de comportamientos sospechosos.
Equilibrando Riesgos y Beneficios
La IA ofrece enormes beneficios potenciales, pero también nuevos riesgos que deben gestionarse. Gobiernos, empresas y usuarios finales deben trabajar juntos para aprovechar el potencial de la IA y mitigar sus riesgos en el campo de la ciberseguridad.
