Nadar es una de las mejores formas de refrescarse y disfrutar del verano, pero abrir los ojos bajo el agua puede traer serios problemas para tu salud visual. Desde irritación hasta infecciones graves, los expertos advierten sobre los riesgos de exponer tus ojos al agua de mar, piscinas y lagos.
Los Peligros de Abrir los Ojos en el Agua
La salinidad del mar puede causar inflamación y enrojecimiento en la conjuntiva (la capa delgada que recubre el ojo), generando ardor y, en algunos casos, conjuntivitis. Además, las bacterias presentes en el agua pueden infectar un ojo irritado, llegando a una úlcera corneal que pone en peligro la visión.
En piscinas, el cloro utilizado como desinfectante también es altamente irritante para los ojos, causando conjuntivitis química. Esto puede provocar fotofobia, visión borrosa y dolor ocular.
Incluso en aguas dulces como lagunas y ríos, la presencia de microorganismos como bacterias, virus y parásitos representa un riesgo de infecciones oculares por hongos y parásitos.
Cómo Prevenir Problemas Oculares al Nadar
Para disfrutar del agua sin riesgos, los expertos recomiendan seguir estos 5 consejos clave:
- Retira tus lentes de contacto antes de entrar al agua, ya que no garantizan protección y podrían empeorar los problemas.
- Usa lentes de natación adecuados que sellen tus ojos y eviten el ingreso de agua.
- Lleva lágrimas artificiales contigo para aplicar en caso de que tus ojos entren en contacto con el agua y aliviar la irritación.
- Evita abrir los ojos bajo el agua tanto como sea posible, incluso si sabes nadar con los ojos abiertos.
- Si experimentas síntomas como ardor, enrojecimiento o visión borrosa, consulta a un oftalmólogo de inmediato.
¡Disfruta del verano al máximo cuidando tus ojos! Sigue estos consejos y nada sin riesgos en el mar, piscinas y lagos.
