Un violento incidente ocurrido en Copiapó ha dejado una trágica consecuencia: un asaltante muerto y otro herido, luego de que el dueño de casa se defendiera con un arma de fuego debidamente registrada.
Según los antecedentes aportados por el fiscal Sebastián Coya González, de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de la Fiscalía de Atacama, dos individuos irrumpieron en una vivienda particular con la intención de cometer un robo. Sin embargo, el propietario de la casa, que contaba con un arma de fuego inscrita, se defendió de los delincuentes, resultando en la muerte de uno de ellos y el herido del otro.
El fiscal Coya detalló que el segundo sospechoso quedó internado en el Hospital Regional de Copiapó y, una vez estabilizado, fue formalizado por su participación en el delito de robo con violencia e intimidación. En la audiencia, el juez de turno accedió a la solicitud de prisión preventiva debido a la peligrosidad que la libertad del imputado involucra para la seguridad de la sociedad
, ya que este presenta antecedentes por el mismo tipo de delito.
Agravantes y sanciones penales
Según el fiscal, en la audiencia se invocó la agravante de actuar en grupo o pandilla, así como la reincidencia del imputado por cometer delitos de la misma naturaleza. Esto podría significar una pena más severa para el acusado, una vez que se determine su responsabilidad en el hecho.
Defensa legítima y seguridad ciudadana
Este caso pone de manifiesto la importancia de la legítima defensa y el derecho de los ciudadanos a proteger sus hogares y familias ante amenazas violentas. Si bien el desenlace fue trágico, la acción del dueño de casa evitó un resultado aún peor, demostrando que la posesión legal de armas de fuego puede ser un elemento clave para la seguridad de la comunidad.
Expertos en seguridad ciudadana señalan que este tipo de incidentes resaltan la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y registro de armas, así como de promover una cultura de responsabilidad y uso adecuado de las mismas por parte de los propietarios. Solo así se podrá garantizar un equilibrio entre el derecho a la defensa y la prevención de tragedias.
