En un momento de profunda divisiĂłn polĂtica en Francia, el presidente Emmanuel Macron ha nombrado a François Bayrou, un experimentado polĂtico centrista, como el nuevo Primer Ministro. Este nombramiento llega despuĂ©s de la repentina caĂda del gobierno de Michel Barnier, quien fue destituido por una mociĂłn de censura liderada por una inusual alianza entre la izquierda y la extrema derecha.
A sus 73 años, Bayrou enfrenta el reto inmediato de formar un gabinete diverso que incluya a representantes de diferentes tendencias polĂticas, con el objetivo de restablecer la estabilidad en un contexto de alta fragmentaciĂłn parlamentaria. Su nombramiento refleja un intento de Macron por reconstruir un liderazgo que se ha visto debilitado en los Ăşltimos meses.
Un Gobierno de Unidad Nacional
Entre los principales nombramientos del nuevo gobierno de Bayrou se encuentran Élisabeth Borne, quien asumirá la cartera de Educación Nacional, y Manuel Valls, encargado de los Departamentos y Territorios de Ultramar. Ambos son antiguos Primeros Ministros, lo que aporta experiencia y credibilidad al gabinete.
Además, Gérald Darmanin, ex Ministro del Interior, ocupará el cargo de Guardián de los Sellos (Justicia), mientras que Éric Lombard, director de la Caisse des Dépôts, asume el Ministerio de Finanzas, acompañado por Amélie de Montchalin en Presupuesto.
Esta composiciĂłn diversa refleja el intento de Bayrou por construir un gobierno de unidad nacional que pueda hacer frente a los desafĂos polĂticos y econĂłmicos que enfrenta el paĂs.
Restablecer la Confianza y la Estabilidad
Sin embargo, Bayrou enfrenta un inicio complicado como Primer Ministro, con solo el 34% de los franceses satisfechos con su nombramiento, segĂşn una encuesta reciente. Esta baja popularidad inicial es inusual para un jefe de gobierno que acaba de asumir el cargo.
Es la primera vez que vemos un porcentaje tan bajo al inicio de un mandato
, destacĂł el instituto Ifop que realizĂł el estudio.
El nuevo Primer Ministro deberá trabajar arduamente para reconstruir la confianza de los ciudadanos y lograr la estabilidad polĂtica necesaria para aprobar el presupuesto de 2025 y cumplir con los compromisos de la UniĂłn Europea. Su vasta experiencia polĂtica y su capacidad para tender puentes entre diferentes facciones serán cruciales en este desafĂo.
En un contexto de creciente polarizaciĂłn y descontento, el nombramiento de Bayrou representa un intento de Macron por restablecer la gobernabilidad y evitar una mayor parálisis polĂtica en Francia.