La Corporación Educacional Cardenal Raúl Silva Henríquez, con sede en la región de Los Ríos, se ve obligada a tomar una decisión drástica debido a una profunda crisis financiera que la aqueja. Tras años de lucha por mantener sus operaciones, la corporación ha anunciado que renunciará voluntariamente al reconocimiento oficial y dejará de impartir clases a partir del año 2025, afectando a cerca de 400 estudiantes.
Causas del Colapso Económico
Según la representante legal de la corporación, Maritza Molina, el principal factor que los llevó a esta situación fue la disminución constante de las matrículas, que comenzó en 2020 y no lograron revertir. Al bajar el número de estudiantes, la subvención estatal también se redujo, pero los costos operativos siguieron siendo los mismos, lo que desencadenó un desequilibrio financiero insostenible.
Además, la corporación se vio afectada por la Ley de Inclusión Escolar, que los llevó a adquirir los colegios de Paillaco y Río Bueno mediante un crédito hipotecario con el Banco Estado. Sin embargo, el aumento en el valor de la Unidad de Fomento hizo que la cuota mensual alcanzara los 15 millones de pesos, agravando aún más la crisis.
Consecuencias y Solicitud de Ayuda
Como resultado de esta situación, los profesores y asistentes de la educación han estado recibiendo solo un porcentaje de sus sueldos, y tienen sus cotizaciones previsionales impagas. Esto ha llevado al Ministerio de Educación a retener parte de la subvención, empeorando aún más el problema.
Ante esta realidad, los representantes de la corporación y sus trabajadores han solicitado a la Superintendencia de Educación y al Ministerio de Educación que designen un administrador provisional, con el fin de concluir el año académico de manera ordenada y garantizar el pago de todas las obligaciones contractuales con los trabajadores. Sin embargo, hasta el momento, no han recibido respuesta de la autoridad.
Con el cierre de los colegios, cerca de 70 personas quedarán sin empleo y aproximadamente 400 estudiantes tendrán que buscar otro establecimiento educacional.
Esta crisis educativa pone de manifiesto la importancia de una sólida gestión financiera y la necesidad de un apoyo estatal efectivo para garantizar la continuidad de los servicios educativos, especialmente en regiones alejadas de los grandes centros urbanos.