La región de Los Ríos, en Chile, se enfrenta a una crisis en la atención de salud mental infantil y adolescente, luego de que el Ministerio de Hacienda negara los recursos necesarios para la construcción de una Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría Infanto-Adolescente. Esta infraestructura era una prioridad reconocida por la propia Ministra de Salud, Ximena Aguilera, debido a la ausencia de camas críticas para este grupo etario en la principal institución de salud de la región.
Movilización de los Equipos de Salud Mental
Ante esta situación, todos los dispositivos de salud mental infanto-juvenil de la región de Los Ríos han iniciado una movilización. La médico psiquiatra infanto-juvenil del Hospital Base Valdivia, Marisol Ruiz, afirma que atienden pacientes a diario y que el recorte presupuestario ha dejado sin financiamiento un proyecto que ya contaba con más de 1.100 millones de pesos aprobados por el Gobierno Regional para su habilitación.
Impacto en la Atención
Actualmente, el Hospital Base Valdivia ha tenido que realizar readecuaciones en su infraestructura para atender a pacientes psiquiátricos menores de 18 años, o derivarlos a otras zonas del país, incluyendo la compra de servicios al sector privado. Esto se debe a la falta de cupos en la red pública de salud, lo que deja a los pacientes en los boxes de urgencia por varios días, a la espera de una derivación adecuada.
Búsqueda de Soluciones Paliativas
Ante esta crisis, el Gobernador Regional, Luis Cuvertino, ha indicado que buscarán abordar alguna medida paliativa, ya que los recursos aprobados para este año deberían ser autorizados en 2025. Sin embargo, esta solución temporal no resuelve la necesidad urgente de contar con una unidad de cuidados intensivos psiquiátricos para niños y adolescentes en la región.
Llamado a la Acción
Los equipos de salud mental de Los Ríos han alzado su voz para exigir que se destinen los recursos necesarios para la creación de esta unidad prioritaria. La falta de una infraestructura adecuada para atender a los pacientes más vulnerables pone en riesgo la calidad de la atención y el bienestar de los niños y adolescentes de la región.
