Leonor Varela: La Transformación Emocional de una Madre Resiliente
Cuando la actriz chilena Leonor Varela se convirtió en madre a los 30 años, su vida dio un giro inesperado. La llegada de su hijo Matteo, a quien ella deseaba con todo su corazón, la enfrentó a una realidad que la desafiaría en formas que jamás habría imaginado.
Un Diagnóstico Devastador
Poco después del nacimiento de Matteo, Leonor se dio cuenta de que algo no estaba bien. El pequeño presentaba problemas para dormir, vomitaba y no subía de peso. Tras realizar los exámenes correspondientes, los médicos le dieron una noticia devastadora: Matteo padecía de Leucodistrofia AGS, una rara enfermedad genética que afecta la formación de la mielina, impidiendo que los impulsos eléctricos lleguen correctamente al cuerpo. Nos dijeron que probablemente iba a vivir un año de vida. Fue un golpe como un puñetazo y literalmente me caí para atrás. Vi a mi marido derrumbarse
, recordará Leonor.
Encontrando Fortaleza en la Adversidad
Ante este escenario tan desalentador, Leonor y su esposo Lucas tuvieron que encontrar la manera de enfrentar la situación. Fue entonces cuando decidieron realizar una ceremonia de ayahuasca, un ritual ancestral que les ayudó a procesar el dolor y a encontrar la confianza de que, a pesar de las circunstancias, todo estaría bien.
En ese viaje vi mi corazón como un pajarito muerto en el suelo, la planta lo soplaba y revivía. Se me abrió el corazón y logré sentir y aceptar este dolor. Después de eso nos miramos y dijimos ‘Va a estar todo bien’. Ese fue mi norte durante toda su vida, la confianza de que aunque las cosas no sean como yo quería, todo iba a estar bien
, afirmó Leonor.
La Partida de Matteo y la Transformación de Leonor
Matteo falleció en 2018, a los 6 años de edad. Leonor recuerda que pudo comunicarse con él y supo de antemano lo que sucedería. Ella estuvo a su lado hasta el final, sosteniéndolo y prometiéndole que estaría bien. Según la actriz, la partida de Matteo en su hogar fue como el parto en casa que no pudo tener.
Ahora todos los días me levanto y le digo ‘buenos días’. Es parte viva de mi vida
, expresó Leonor, quien asegura que la pérdida de su hijo la cambió por completo, haciéndola más humilde y menos temerosa.
Conclusión
La historia de Leonor Varela es un testimonio conmovedor de la resiliencia y el amor de una madre. A pesar de enfrentar una de las pérdidas más devastadoras que puede sufrir un ser humano, ella encontró la fortaleza para acompañar a su hijo hasta el final y transformar su propio ser en el proceso. La partida de Matteo le enseñó a Leonor a ser más humilde y a perder el miedo, convirtiéndola en una mujer más plena y compasiva.