¿Por qué las Alergias Alimentarias Están Aumentando a Niveles Alarmantes? Descubre la Verdad Detrás de esta Epidemia Silenciosa
En los últimos años, hemos sido testigos de un preocupante aumento en el número de personas que sufren de alergias alimentarias. Según un estudio reciente del Imperial College de Londres, el número estimado de nuevos casos de alergia alimentaria en Gran Bretaña se ha duplicado en diez años, pasando de 76 casos por 100.000 personas en 2008 a 160 casos por 100.000 personas en 2018. Esto significa que más de 675.000 personas en el Reino Unido padecen algún tipo de alergia alimentaria.
Pero este no es un problema exclusivo de Gran Bretaña. Según un estudio de 2023, el 8% de los niños y el 10% de la población adulta en todo el mundo sufren de alergias a algún alimento. La mayoría de los afectados vive en países y ciudades industrializados.
¿Qué es una alergia alimentaria y cómo se manifiesta?
Una alergia alimentaria se produce cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada ante sustancias inofensivas presentes en los alimentos. Esto puede desencadenar signos de inflamación y la formación de anticuerpos, lo que se traduce en síntomas como erupciones cutáneas, hinchazón, náuseas, fiebre o asma.
En los casos más graves, la reacción alérgica puede provocar el llamado shock anafiláctico, una reacción que puede ser mortal debido al colapso circulatorio que produce.
¿Cuáles son los principales desencadenantes de las alergias alimentarias?
Según una revisión de investigaciones de 2021, los frutos secos, la leche de vaca y los crustáceos son los principales desencadenantes de la anafilaxia o reacción alérgica grave en todo el mundo. Dado el riesgo potencial de muerte, los investigadores consideran que el aumento de estas cifras es alarmante.
¿Qué factores influyen en el desarrollo de las alergias alimentarias?
La predisposición genética juega un papel importante en el desarrollo de las alergias alimentarias, pero los investigadores están seguros de que la genética no es el único factor decisivo. De hecho, el número de alergias es mayor en los espacios urbanos industrializados que en los entornos rurales más naturales.
Una de las principales causas puede ser el estilo de vida. Según Margitta Worm, profesora de inmunomodulación en enfermedades alérgicas en la clínica Charité de Berlín, Vivimos en un ambiente con poca contaminación microbiana
. Esto es un problema, ya que los microbios favorecen la formación de células T que contrarrestan la alergia.
Además, los microbios son más comunes en las granjas y los alimentos frescos que en los alimentos muy procesados. Por lo tanto, los investigadores creen que el microbioma intestinal desempeña un papel crucial en el desarrollo de las alergias alimentarias.
¿Cómo prevenir y tratar las alergias alimentarias?
La forma más segura de prevenir una reacción alérgica es evitar el alimento en cuestión. Sin embargo, esto puede ser complicado, ya que algunas personas reaccionan alérgicamente incluso a partículas mínimas del alérgeno.
Para estas personas, es fundamental llevar consigo un botiquín de emergencia que contenga adrenalina, la cual puede limpiar las vías respiratorias y estabilizar la circulación en caso de una reacción alérgica grave.
Además, los estudios han demostrado que evitar los alérgenos durante el embarazo y la infancia puede aumentar el riesgo de desarrollar alergias. Por el contrario, una dieta saludable y el amamantamiento pueden reducir estos riesgos.
En cuanto al tratamiento, hasta ahora solo existe inmunoterapia contra el maní, que consiste en exponer gradualmente a los pacientes a dosis cada vez mayores del alérgeno para aumentar la tolerancia del sistema inmunológico. Recientemente, también se ha aprobado en Estados Unidos un fármaco de anticuerpos llamado Xolair para el tratamiento de todo tipo de alergias alimentarias.
Conclusión
El aumento de las alergias alimentarias es un problema de salud pública que requiere nuestra atención. Comprender los factores que contribuyen a su desarrollo y las formas de prevenirlas y tratarlas es fundamental para proteger a las personas afectadas y evitar consecuencias potencialmente mortales. Mantener una dieta saludable, promover un mayor contacto con la naturaleza y el desarrollo de nuevos tratamientos son algunas de las claves para hacer frente a esta epidemia silenciosa.