Rusia Acusa a Periodistas Extranjeros de Cruzar Ilegalmente la Frontera en Kursk
En un nuevo golpe a la libertad de prensa, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia ha abierto una causa penal contra un periodista de la cadena estadounidense CNN y dos corresponsales ucranianas, acusándolos de cruzar de manera ilegal la frontera en la región de Kursk.
Los investigados son el periodista británico Nick Peyton Walsh, y las corresponsales ucranianas Olesya Borovik y Diana Butsko, quienes, según las autoridades rusas, habrían ingresado ilegalmente en Kursk para grabar vídeos e informar desde la localidad de Sudzha
. Esta zona se encuentra a unos diez kilómetros en el interior del territorio ruso, según detalló el servicio de prensa del FSB.
Con esta orden del Servicio Federal de Seguridad, los periodistas serán incluidos en el listado de personas más buscadas por las autoridades rusas, lo que podría conllevar una pena máxima de 5 años de prisión por la infracción del Código Penal sobre cruce ilegal de la frontera estatal de la Federación de Rusia
, según recoge la agencia TASS.
Una Investigación que se Suma a Otras Contra Periodistas Extranjeros
Esta investigación se suma a la causa abierta la semana pasada contra los periodistas italianos Simone Traini y Stefania Battistini, quienes también habrían cruzado de forma ilegal la frontera rusa para informar de los avances ucranianos en la región de Kursk.
Cabe recordar que Ucrania emprendió a inicios de este mes una incursión terrestre sobre Kursk a través de la región fronteriza de Sumi, logrando tomar el control de cerca de cien localidades y 1.250 kilómetros cuadrados. Desde el Kremlin aseguran que hay más de 4.100 militares ucranianos muertos y advierten que responderán con contundencia por lo ocurrido.
Un Patrón Preocupante de Restricciones a la Prensa
Estas acciones legales contra periodistas extranjeros que intentan cubrir los acontecimientos en la región de Kursk se suman a un patrón preocupante de restricciones a la libertad de prensa por parte de las autoridades rusas. La persecución de los medios de comunicación independientes y la criminalización del trabajo periodístico son una clara amenaza a la transparencia y el derecho de la población a estar informada.
A medida que la guerra en Ucrania se recrudece, es fundamental que los periodistas puedan ejercer su labor sin temor a represalias, y que los ciudadanos tengan acceso a información veraz y contrastada sobre lo que está ocurriendo. La restricción del flujo de información solo beneficia a quienes quieren ocultar la verdad.
Conclusión
El caso de los periodistas acusados de cruzar ilegalmente la frontera en Kursk es solo un ejemplo más de los esfuerzos de Rusia por silenciar las voces críticas y limitar el acceso a información independiente sobre el conflicto en Ucrania. Esta tendencia es preocupante y debe ser denunciada por la comunidad internacional, en defensa de la libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos a estar informados.