¡Increíble! Un error de la Fiscalía permitió el sobreseimiento de un acusado por conducir ebrio
En un sorprendente giro de los acontecimientos, un error garrafal de la Fiscalía en Los Ángeles, región del Bío Bío, ha permitido que una jueza sobreseyera a un imputado por manejo en estado de ebriedad. El beneficiado con este fallo es David Cid Aedo, un individuo que ha sido imputado en la Operación Huracán y vinculado durante años a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
El error cometido por el fiscal Rodrigo García fue señalar en la acusación que el delito se había cometido en 2011, cuando en realidad ocurrió en 2021. Este simple pero crucial error fue el argumento utilizado por la defensora penal, Laura Kuncar, para solicitar la prescripción del caso, lo que finalmente fue acogido por la magistrada May-Lin Wong.
Un precedente preocupante
Este no es un hecho aislado, ya que ha ocurrido antes
, según explica el exdefensor y abogado penalista, Humberto Alarcón. Él señala que este tipo de errores, por la importancia del antecedente (cuándo ocurrió el hecho imputado), no pueden ser enmendados, lo que lleva a resoluciones como la observada en este caso.
Por su parte, el exfiscal, académico y también penalista, Andrés Cruz, acusa que dictar estos fallos deja en la impunidad delitos a veces graves
. Esto plantea serias preguntas sobre la eficacia del sistema judicial y la necesidad de implementar medidas que eviten este tipo de errores que pueden tener consecuencias tan graves.
Un precedente que debe ser abordado
Este caso no es único, y en 2020 el Juzgado de Garantía de Chiguayante sobreseyó a Carlos Spielman debido a que la Fiscalía olvidó incluir su nombre en la acusación por un homicidio en Hualqui. Fue la Corte Suprema la que finalmente permitió al Ministerio Público enmendar el error, y el hombre fue condenado a 15 años de cárcel.
Estos ejemplos demuestran la importancia de una Fiscalía eficiente y diligente, capaz de presentar acusaciones sólidas y precisas. Errores como los observados en estos casos ponen en riesgo la integridad del sistema judicial y pueden permitir que delitos graves queden impunes.
Conclusión
El caso de David Cid Aedo es un claro ejemplo de cómo un simple error de la Fiscalía puede tener consecuencias devastadoras, permitiendo que un individuo vinculado a grupos radicales evada la justicia. Este precedente plantea serias preguntas sobre la necesidad de mejorar los procesos y la diligencia dentro del sistema judicial, con el fin de garantizar que la ley se aplique de manera justa y efectiva, sin importar la identidad o los antecedentes de los acusados.