Nayib Bukele: El Presidente Todopoderoso de El Salvador
Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, ha iniciado su segundo mandato con un control casi total del país. Reelegido en febrero con un 85% de los votos, Bukele gobernará por otros cinco años, con el respaldo de un Congreso dominado por su partido y el control de la mayoría de las instituciones del Estado.
Un Presidente Aclamado y Controvertido
Considerado el presidente más popular de América Latina según la ONG Latinobarómetro, Bukele llegó al poder en 2019 prometiendo doblegar a las pandillas, a las que atribuye 120.000 muertes en tres décadas. Bajo su gobierno, El Salvador pasó de ser el país sin conflicto bélico más peligroso del mundo
al más seguro
, según el propio Bukele.
Sin embargo, su régimen de excepción instaurado en 2022 ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos, que denuncian muertes y torturas a manos de agentes del Estado, además de miles de inocentes detenidos sin orden judicial.
Consolidando el Poder
Con un Congreso donde su partido Nuevas Ideas tiene 54 de los 60 escaños, Bukele tiene vía libre para reformar la Constitución y consolidar aún más su poder. Los partidos opositores respiran, pero están en coma
, según el analista Eugenio Chicas, quien cree que Bukele irá hacia un esquema dictatorial
y una reelección indefinida.
Un Fenómeno de Culto
Bukele, de cabello engominado y barba recortada, ha construido su imagen a través de las redes sociales, donde se autodenomina Philosopher king
(rey filósofo) y se burla de sus críticos. Según el director de Investigaciones de la Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo, un fenómeno de culto se instaló en el país gracias a la maquinaria mediática de Bukele.
Conclusión
Nayib Bukele, el presidente más poderoso de América Latina, se prepara para gobernar El Salvador por otros cinco años con un control casi total del país. Su popularidad, su régimen de excepción y su dominio del Congreso le han permitido consolidar un poder que algunos temen pueda derivar en una dictadura. Solo el tiempo dirá si Bukele cumplirá sus promesas de seguridad y desarrollo, o si su mandato se verá empañado por las denuncias de violaciones a los derechos humanos.