Simplificar el Proceso de Declaración de Impuestos: La Clave para una Recaudación Más Justa
El mes de abril es siempre un período caótico para los contadores, ya que históricamente es el momento en que se deben declarar los impuestos correspondientes al año comercial anterior. Durante abril de 2024, se declararán los impuestos por las operaciones comerciales ocurridas en el año 2023. Hace algunos días, el Colegio de Contadores, así como diversos gremios asociados a las Pymes, han solicitado formalmente extender el plazo de la operación renta para el mes de junio, sobre la base de una serie de problemas en los procesos por parte de la administración tributaria, el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Como contador auditor desde fines de los 90, puedo dar fe del inmenso salto tecnológico que el SII ha realizado en los últimos años. Sin temor a dudas, creo que nuestra administración tributaria es una de las más modernas (incluso la más moderna) de Latinoamérica, solo comparable a sus similares en países desarrollados. Sin embargo, también se debe tener presente que nuestro sistema tributario es bastante complejo y entramado, con distintos tipos de impuestos, franquicias, regímenes especiales, etc. También se debe considerar el hecho de que en la última década se han realizado dos grandes reformas tributarias, por lo que aún coexisten en la actualidad distintos tratamientos orientados a transacciones provenientes de años anteriores. Todo lo anterior, hace muy compleja la administración de los impuestos en nuestro país.
Si bien el SII ha implementado una serie de ayudas en la confección de las declaraciones, por ejemplo, a través de las propuestas de declaración, no se debe pasar por alto que estas se construyen fundamentalmente por información que es aportada en distintas declaraciones juradas que se envían previamente. En el afán de facilitar las declaraciones, por ejemplo, este año el SII cargó información sobre bienes raíces a muchos contribuyentes para efectos de apoyar en la declaración de ingresos asociados a arriendos, una verdadera novedad de este proceso. Sin embargo, en muchos casos, estas propuestas incluían propiedades que ya habían sido enajenadas o no correspondían al contribuyente, lo que generó mucha preocupación entre algunas personas, puesto que se encontraron frente a información errónea que debieron subsanar.
Una gran virtud de nuestro sistema tributario es que la información es muy transparente, dado que muchas instituciones están obligadas por ley a informar los movimientos al SII, por ejemplo, movimientos bancarios, cotizaciones previsionales y sueldos, honorarios, compra y venta de vehículos, etc. De cierta manera, esto sí facilita la declaración; sin embargo, puesto que las bases de datos no están completamente depuradas, en algunas ocasiones, el SII podría imputar operaciones en forma errónea, las que, eventualmente, se podrían transformar en una fiscalización futura.
La Simplificación como Solución
El llamado es a simplificar el sistema tributario, así como el proceso de declaración, por ejemplo, teniendo fechas diferidas para las personas y empresas. Mi tesis es que, entre más simple el sistema impositivo, menos espacio queda para la manipulación de la información y, por ende, una recaudación más justa.
Conclusión
La simplificación del sistema tributario y del proceso de declaración de impuestos es clave para lograr una recaudación más equitativa y eficiente. Al reducir la complejidad, se disminuye el riesgo de errores y manipulaciones, beneficiando tanto a los contribuyentes como a la administración tributaria. Es hora de que nuestro país dé un paso adelante en esta dirección, en busca de un sistema tributario más justo y transparente.