Pequeño Cottolengo Cerrillos: 54 años de amor, inclusión y esperanza
Durante más de medio siglo, el Pequeño Cottolengo Cerrillos ha sido un faro de esperanza y civilización para personas con discapacidad intelectual severa y profunda en Chile. Inspirado por la filosofía y servicio de Don Orione, esta institución sin fines de lucro ha dedicado sus esfuerzos a brindar un hogar cálido y acogedor, junto con oportunidades de crecimiento y desarrollo para aquellos que más lo necesitan.
Un hogar para toda la vida
El Pequeño Cottolengo Cerrillos se enorgullece de ser un hogar para toda la vida
para niños, jóvenes y adultos con discapacidad, la mayoría de los cuales se encontraban en situación de abandono. Gracias a su Modelo de Gestión Integral, los cerca de 300 residentes reciben una atención exclusiva y personalizada en una infraestructura adaptada a sus necesidades.
Avances y logros
A lo largo de sus 54 años de trayectoria, el Pequeño Cottolengo Cerrillos ha logrado importantes avances en sus programas e infraestructura, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus residentes. Algunas de sus principales iniciativas incluyen:
- Remodelación de los hogares, algunos de los cuales tenían más de 50 años
- Creación de un huerto terapéutico para los residentes
- Implementación de salas multisensoriales y de sonoterapia
- Talleres de canoterapia y equinoterapia
Estos avances son el resultado de un compromiso continuo con la excelencia y el bienestar de los residentes, brindándoles un entorno seguro y confortable que promueve su autonomía y dignidad.
Un legado de amor y esperanza
A lo largo de sus 54 años de trayectoria, el Pequeño Cottolengo Cerrillos se ha convertido en un símbolo de esperanza y civilización para las personas con discapacidad severa y profunda en Chile. Su dedicación inquebrantable a la inclusión, el cuidado y el cariño hacia sus residentes es un legado que seguirá inspirando a generaciones futuras.