Roland Garros 2024 está a la vuelta de la esquina. El segundo Gran Slam de la temporada, el único que se juega sobre tierra batida, arrancará oficialmente el próximo lunes 20 de mayo y se prolongará hasta el domingo 9 de junio. Chile contará con una destacada representación en esta edición del torneo, con cuatro tenistas que buscarán dejar su huella sobre la arcilla de París, la capital de Francia. Nicolás Jarry, actual número 22 del ranking ATP, encabezará la expedición chilena. Junto a él, Alejandro Tabilo (41°), que ha acumulado una gran experiencia en los últimos meses, se perfila como otra gran baza para los chilenos. Ambos tenistas competirán en el cuadro principal, mientras que Cristian Garin (106°) y Tomás Barrios (127°) tendrán que superar la fase previa para asegurar su participación.
La llegada de Roland Garros 2024 marca el punto culminante de la temporada de tierra batida, un momento de gran expectación para los aficionados al tenis en Chile. Este torneo parisino no solo despierta pasiones en las pistas, sino también entre aquellos que disfrutan de la emoción de las apuestas deportivas. La presencia de los mejores tenistas del mundo, como Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y Rafael Nadal, y los emocionantes duelos en el horizonte, convierten al segundo Grand Slam del año en una oportunidad imperdible para los entusiastas de las apuestas tenis que buscan vivir emociones únicas durante las intensas jornadas de competición en París.
En Roland Garros, como ocurre en el resto de los torneos del calendario, la superficie de juego no es solo un detalle técnico; es un factor determinante que influye en las estrategias de los tenistas y, por ende, en las apuestas de tenis. La transición de pistas duras como las del Abierto de Australia, el Masters 1.000 de Indian Wells o el Masters 1.000 de Miami, a la tierra batida del torneo parisino redefine por completo el juego, dando paso a intercambios de golpes más largos, menos saques directos y un mayor hincapié en la habilidad defensiva y la resistencia física. De esta forma, los apostadores deben tener en cuenta estos factores al analizar los partidos y realizar sus apuestas.
El impacto de la superficie de tierra batida
La tierra batida es, sin duda, la superficie más exigente físicamente y la más sutil desde el punto de vista técnico. En general, este tipo de pistas de tenis están compuestas por varias capas de materiales, como ladrillo triturado, piedra, grava y esquisto, que se combinan para dar forma a la característica superficie de juego. La forma en que están construidas estas pistas hace que sean considerablemente más lentas que la hierba y la pista dura, y que el bote de la pelota sea más alto, por lo que el tenis es menos directo y más táctico. Los juegos se alargan durante muchos minutos, los sets suelen durar más de una hora y los saques directos son menos comunes, convirtiendo los partidos en auténticas batallas.
Consejos para apostar en tierra batida
Debido a sus características propias, la tierra batida es la superficie perfecta para los jugadores de fondo y defensivos, aquellos que no basan su juego en la potencia, sino en su condición física y en la velocidad de sus piernas. Al permitir puntos más largos, los tenistas con mejores golpes de fondo y los que han crecido jugando en países con pistas de arcilla suelen tener más éxito. Por este motivo, es importante que los apostadores conozcan en profundidad el estilo de juego de los tenistas a la hora de apostar en torneos como Roland Garros, el Mutua Madrid Open, el Masters 1.000 de Montecarlo el Masters 1.000 de Roma.
Rafael Nadal es un buen ejemplo. El español se ha convertido en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, conquistando un total de 22 títulos de Grand Slams. Sin embargo, su dominio es especialmente notorio en la tierra batida de Roland Garros, donde ha levantado la Copa de los Mosqueros en 14 ocasiones, siendo el principal dominador del torneo parisino. Novak Djokovic, por su parte, tiene 24 Grand Slams pero sólo tres títulos de Roland Garros, lo que demuestra que se adapta mejor a la hierba y a las pistas duras.
Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de apostar en tierra batida es saber dónde han estado los jugadores en las semanas anteriores. Hacer la transición de pista dura a arcilla puede llevar un pequeño periodo de adaptación debido a varias razones como la superficie más lenta, los botes más altos e irregulares, y los movimientos diferentes. De esta forma, los apostadores deben apostar por tenistas que han estado compitiendo en esta superficie en la semana anterior, ya que llegarán al torneo con una buena preparación.
Conclusión
La superficie de la pista es, sin duda, uno de los factores más importantes a considerar al sumergirse en el mundo de las apuestas en tenis. La tierra batida influye significativamente en el potencial y el rendimiento de los jugadores, lo que subraya la importancia de un análisis exhaustivo. Es fundamental que los apostadores examinen detalladamente el historial de los tenistas en este tipo de superficie y evalúen su nivel de preparación previa. Estos factores clave permiten realizar apuestas de tenis más informadas y precisas.