El sorprendente origen de los piercings
La preocupaciĂłn por la apariencia y la modificaciĂłn del fĂsico por razones estĂ©ticas es una práctica que ha existido desde tiempos inmemoriales. Un reciente estudio arqueolĂłgico ha revelado que los piercings, una de las formas más populares de modificaciĂłn corporal en la actualidad, se remontan al NeolĂtico.
En el sureste de TurquĂa, en un sitio llamado Boncuklu Tarla, se encontraron evidencias claras de perforaciones corporales similares a los piercings actuales. Los ornamentos y esqueletos descubiertos en este lugar, junto con más de 100.000 artefactos desenterrados hasta la fecha, sugieren que los seres humanos de esa Ă©poca ya alteraban su fĂsico con un propĂłsito estĂ©tico.
Perforaciones desde el NeolĂtico
Las excavaciones en Boncuklu Tarla revelaron perforaciones en los esqueletos, ubicadas cerca de los orificios de las orejas y de los labios. Esto llevĂł a los expertos a concluir que ciertos utensilios se utilizaban como piercings. Además, el desgaste en los dientes inferiores de algunos cráneos indica que los individuos podrĂan haber tenido perforaciones en el labio inferior durante su vida.
Estos hallazgos demuestran que la práctica de los piercings no es algo exclusivo de la cultura moderna, sino que ha existido desde hace miles de años. Los seres humanos siempre han buscado formas de modificar su apariencia para proyectar una imagen ante los demás.
Un vĂnculo entre el NeolĂtico y la actualidad
El estudio tambiĂ©n revela sorprendentes paralelos entre las prácticas estĂ©ticas de los humanos del NeolĂtico y las actuales. Adornarse, especialmente en la cara, es un acto que busca proyectar una imagen ante los demás, y esta preocupaciĂłn estĂ©tica parece ser una constante a lo largo de la historia.
Antes de este descubrimiento, se habĂan encontrado en diversas excavaciones en TurquĂa e Irak pequeñas piedras delgadas y puntiagudas, cuyo uso era desconocido. Ahora se entiende que estas piedras eran herramientas utilizadas para realizar perforaciones corporales, lo que demuestra que los antiguos habitantes de estas regiones ya practicaban la modificaciĂłn corporal por razones estĂ©ticas.
Un vistazo al pasado
El asentamiento de Boncuklu Tarla sigue siendo objeto de investigaciĂłn, revelando continuamente más sobre la vida y las prácticas de los pueblos del NeolĂtico. Este descubrimiento arqueolĂłgico nos permite comprender mejor nuestras propias prácticas estĂ©ticas y nos muestra que la preocupaciĂłn por la apariencia y la modificaciĂłn del fĂsico es una parte intrĂnseca de la naturaleza humana desde tiempos remotos.