Un antes y un después en la vida de Lucila Vit
Hace pocos días, la hija de Lucila Vit y Rafael Olarra, Agustina, cumplió dos años de vida. Lucila ha hablado sobre cómo ha sido su experiencia como madre y cómo la maternidad ha transformado su vida.
Un amor sobrenatural
Desde que se enteró de que estaba embarazada, Lucila ha disfrutado cada momento de la maternidad. Según sus propias palabras, ser madre es un amor que no se puede describir hasta que se experimenta. Es un mundo nuevo lleno de cosas maravillosas y sorprendentes.
Aprendiendo juntas
Lucila se siente plena como madre, ya que cada día aprende algo nuevo junto a su hija. Disfruta de cada etapa al máximo y se maravilla con los avances y ocurrencias de Agustina. Para ella, ser mamá es algo mágico e incomparable.
Un cambio trascendental
Ser madre ha significado un gran cambio en la vida de Lucila. Ha tenido que ajustar sus prioridades, su forma de pensar y sus tiempos. Sin embargo, asegura que vale la pena, ya que la maternidad le ha dado un nuevo sentido a su vida.
Equilibrio entre la maternidad y el trabajo
A pesar de ser madre, Lucila continúa trabajando y se siente feliz con ello. Considera que es importante entregarle su mejor versión a su hija y ser un ejemplo para ella. Aunque reconoce que no es fácil, ha logrado organizarse junto a su pareja para encontrar un equilibrio entre su vida personal y profesional.
Una experiencia inigualable
La maternidad ha sido una experiencia única para Lucila Vit. Aunque reconoce que no todo es perfecto, está dispuesta a sacrificar ciertas cosas por el bienestar de su hija. Su testimonio demuestra que ser madre puede ser un desafío, pero también una fuente de felicidad y crecimiento personal.