Un crimen atroz en Osorno
Carabineros de la Sección OS-9 “Los Lagos” detuvo a tres personas por su vinculación a un delito de secuestro, tortura y tráfico de drogas que aconteció en la ciudad de Osorno. Este impactante caso ha conmocionado a la comunidad y ha dejado al descubierto la violencia que se vive en la región.
Los hechos
Según informó el prefecto de Osorno, coronel Miguel Ángel Valenzuela, los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 3 de marzo. Un grupo de sujetos irrumpió por la fuerza en la vivienda de la víctima en busca de droga y diversas especies. En el lugar, amarraron los brazos de la víctima con cinta adhesiva y le propinaron varios cortes en distintas partes del cuerpo con un arma blanca. Además, le taparon la boca para evitar que pidiera auxilio.
Ante la falta de respuestas, los delincuentes trasladaron a la víctima a otro lugar para continuar torturándola. Finalmente, la dejaron en libertad en horas de la mañana, bajo amenaza y con múltiples lesiones en su cuerpo.
La investigación
El Ministerio Público asumió la investigación y encomendó el trabajo a la unidad especializada del OS-9 de Carabineros. Gracias a distintas diligencias investigativas en conjunto con la Fiscalía Local de Osorno, se logró ubicar y detener a tres implicados en el delito.
En el operativo, se incautaron diversas especies vinculadas al ilícito, como cuchillos y un celular. Los detenidos, dos mujeres y un hombre de nacionalidad chilena, cuentan con antecedentes penales por diversos delitos.
Consecuencias legales
Los sospechosos pasaron audiencia de control de detención por los delitos de secuestro, extorsión, torturas, tráfico de drogas y lesiones. Como medida preventiva, quedaron en prisión preventiva y se estableció un plazo de investigación de 90 días para recabar más evidencia.
Un caso que no debe quedar impune
Este impactante caso de secuestro, tortura y tráfico de drogas en Osorno ha generado indignación en la comunidad. Es fundamental que se haga justicia y que los responsables sean condenados por sus crímenes. La sociedad no puede permitir que este tipo de actos queden impunes.
