Descubre los ageotipos: el secreto para vivir más años y prevenir enfermedades
En el fascinante mundo de la genética ha surgido un nuevo descubrimiento: los ageotipos, complejos perfiles genéticos que podrían revolucionar la forma en que entendemos la salud individualizada y que podrían ayudar a prevenir enfermedades con tratamientos específicos muchos antes de que aparezcan sus síntomas. Con esto, es posible mejorar la forma en que envejecemos y concentrarse en trabajar en esas áreas, dicen los científicos, además de alargar la esperanza de vida de los seres humanos.
¿Qué son los Ageotipos?
Los ageotipos son perfiles genéticos únicos que ofrecen una visión detallada de la composición genética de un individuo. En otras palabras, se trata de “patrones de envejecimiento”, según detalla la BBC.
En concreto, en el mundo todos envejecemos de manera diferente. Acorde al medio citado, unos pueden ver deteriorarse distintos sistemas antes que otros, como puede ser el respiratorio antes que el digestivo, o el excretor y circulatorio antes que el endocrino.
Según explicó el biólogo Michael Snyder, director del departamento de genética de la Universidad de Standford, en EE.UU, a diferencia de los genotipos, que se centran en la secuencia de ADN, los ageotipos van más allá al considerar la expresión génica, las modificaciones epigenéticas y otros factores que influyen en la función y regulación de los genes. Por eso, estos patrones pueden servir como marcadores de riesgo genético para enfermedades específicas, respuestas a medicamentos, predisposiciones a ciertas condiciones de salud y más.
¿Cuántos tipos existen?
Un estudio realizado en el 2020 por Michael Snyder y un equipo de científicos analizaron la biología molecular durante dos años de 43 personas de entre 34 y 68 años por medio de su sangre y heces para saber qué le sucede al cuerpo humano cuando envejece. Así pudieron concluir la presencia de estos ageotipos, al encontrar que las personas siguen ciertas vías biológicas que determinan qué partes de su cuerpo envejecen antes y cuáles después.
En concreto, encontraron 4 principales ageotipos, el metabólico, el inmunológico, el hepático y nefrótico, pero advierten que pueden ser muchos más.
Por su parte, una investigación publicada en 2022, realizada por el departamento de bioquímica de Universidad Nacional de Singapur, evidenció “que podría haber múltiples ‘relojes’ dentro de todo el sistema: impulsores sistémicos del envejecimiento superpuestos con contrapartes específicas de órganos/tejidos”.
Sin embargo, aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo. Los procesos de envejecimiento son complejos, porque abarcan mecanismos genéticos (desgaste de telómeros, inestabilidad del ADN), procesos celulares (disfunción mitocondrial, senescencia celular y otros) y aspectos funcionales (inflamación y agotamiento de células madre), consigna un artículo de The Conversation.
¿Qué utilidad o aplicación pueden tener los Ageotipos?
Los ageotipos tienen una amplia gama de aplicaciones en el ámbito de la medicina y la salud. Una de las áreas más prometedoras es la medicina personalizada, donde pueden ayudar a los médicos a adaptar los tratamientos a las necesidades individuales de los pacientes.
Esto incluye la selección de medicamentos más efectivos y la identificación de posibles efectos secundarios.
Por ejemplo, el Centro Internacional Sobre el Envejecimiento (CENIE), que recogió el mismo estudio del investigador de la Universidad de Stanford, explica que si una persona comprueba que su ageotipo es hepático, puede tomar las precauciones necesarias para cambiar su estilo de vida y evitar contraer enfermedades asociadas al hígado.
Por lo mismo, pueden utilizarse en la prevención y el diagnóstico temprano de enfermedades. Al analizar los perfiles genéticos de las personas, los expertos pueden identificar marcadores de riesgo y tomar medidas preventivas antes de que aparezcan los síntomas.
Otra aplicación importante de los ageotipos es en la investigación médica. Al comprender mejor la relación entre la genética y la salud, los científicos pueden desarrollar nuevos tratamientos y terapias dirigidas a enfermedades específicas.
En ese sentido, su importancia radica en su potencial capacidad para proporcionar una visión holística de la salud de un individuo, algo distinto hasta ahora, con una atención médica más precisa y personalizada, que incluso, puede mejorar la calidad de vida del paciente.