El negocio de los bonos de catástrofe en Chile
El negocio de las aseguradoras se basa en un solo concepto: el riesgo. Cuando se trata de un siniestro aislado -como el incendio de una casa o una muerte- las compañías de seguros no tienen mucho problema para cubrirlo. Sin embargo, cuando lo que azota es una catástrofe natural como un terremoto, un huracán o una inundación, la empresa puede verse en aprietos al tener que pagar a miles, sino a millones de sus beneficiarios al mismo tiempo.
Para cubrir estas eventualidades, las firmas de seguros tradicionalmente recurrían a otras mayores para que las aseguraran a ellas (así es, las empresas de seguros también se timan entre ellas), pero en la década del 90 surgió una forma alternativa de lidiar con este problema, llamada bonos de catástrofes.
¿Qué son los bonos de catástrofe?
El bono de catástrofe es una apuesta algo morbosa, ya que las ganancias dependen de que ocurra o no una tragedia. Digamos que es la temporada de huracanes en Florida y las aseguradoras estiman que podrían tener que pagar unos 4 mil millones de dólares en daños. En vez de recurrir al tiburón más grande para asegurarse ellas mismas, emiten bonos de catástrofe por ese monto, disponibles para los inversionistas que quieran comprarlos.
¿Qué hay para el inversionista? Ahí viene la apuesta. Si nada ocurre, te devolverán el dinero con una buena ganancia, que puede rondar entre el 6% al 8% de interés. Ahora, si los huracanes o el desastre natural elegido azota… bueno, perdiste tu inversión.
John Seo y su éxito en el negocio de los bonos de catástrofe
Pero como en toda apuesta, los más listos tienen la capacidad de vencer el sistema. Aquí entra el estadounidense John Seo y su firma de capitales, Fermat.
Desde que tenía 10 años, Seo se interesó en la compra de instrumentos financieros. Algo no tan extraño considerando que su padre es un reputado economista. Sin embargo, junto a su hermano Nelson, se percataron de que los bonos de catástrofe podían ser increíblemente rentables si se ponían a disposición todas las herramientas de que dispone la ciencia para predecir con exactitud cuándo, dónde y con qué fuerza, la naturaleza dejaría sentir su furia.
Para ello fundaron en 2001 su fondo de inversión, Fermat, bautizado en honor del matemático francés autor de la teoría de las probabilidades. Construyeron modelos computarizados del tiempo, las corrientes oceánicas, estadísticas de eventos pasados, influencia del cambio climático, lugares poblados y todo dato que pudiera determinar la ocurrencia y devastación de una catástrofe.
Su esfuerzo ha pagado bien. Sólo en 2023, Fermat logró un 20% de ganancias por sobre el 8% promedio del mercado de bonos catástrofe, aumentando su portafolio a 10.000 millones de dólares, un cuarto de todos los bonos emitidos a nivel mundial.
El caso de Chile en el negocio de los bonos de catástrofe
En este panorama, Chile es uno de los países donde se realizan las mayores apuestas respecto de la próxima tragedia que nos golpeará. Sólo en marzo de 2023, el Banco Mundial emitió el bono de catástrofe más grande que se haya concedido sobre un solo país, ascendiendo a 350 millones de dólares para cubrir tanto al Gobierno de Chile como a las aseguradoras en caso de que un terremoto nos sorprenda -ahora- dentro de los próximos dos años.
La medida es sólo la punta de lanza de las pretensiones del organismo internacional. “Nos verás emitiendo bonos de catástrofe no sólo sobre posibles huracanes, pandemias y terremotos; sino también sobre sequías e inundaciones. Somos muy ambiciosos”, celebró el líder del área de estos instrumentos para el Banco Mundial, Michael Bennett.
Conclusiones
John Seo ha demostrado que el negocio de los bonos de catástrofe puede ser altamente rentable si se utiliza la ciencia y la tecnología para predecir con precisión los eventos naturales. Su éxito con Fermat ha llevado a que Chile sea uno de los países donde se realizan las mayores apuestas en este tipo de bonos. El futuro de este negocio parece prometedor, con el Banco Mundial planeando emitir bonos de catástrofe para cubrir una amplia gama de eventos naturales en todo el mundo.