La rosácea: una afección que afecta la piel y la confianza
La rosácea es una afección de la piel que puede generar incluso un problema de inseguridad entre quienes la padecen. El enrojecimiento en las mejillas resulta incómodo y afecta la apariencia física de las personas. Afortunadamente, los profesionales de la salud pueden tratarla de manera efectiva después de un diagnóstico adecuado.
En este artículo, la Dra. Mariángeles Jofre, dermatóloga especializada en rosácea, revela los 5 signos que podrían indicar la presencia de esta afección cutánea. Además, nos brinda consejos para controlar los brotes y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Los 5 signos de la rosácea
La Dra. Jofre detalla los siguientes signos que debemos conocer para detectar la rosácea:
- Eritema facial: se trata de un color rojo, similar a un rubor, que se ve con frecuencia en las mejillas. Al principio, puede aparecer y desaparecer, pero con el tiempo se vuelve más persistente y puede intensificarse.
- Granitos y pústulas: son lesiones rojas similares a las del acné, pero suelen ubicarse en la zona del acné. Estos granitos y pústulas son uno de los signos más comunes de la rosácea.
- Telangiectasias: se refiere a los vasitos dilatados que se rompieron y que suelen verse alrededor de la nariz o en las mejillas. Estas pequeñas venas visibles son otro indicio de la presencia de rosácea.
- Problemas oculares: la rosácea también puede afectar los ojos, causando sensación de ojo seco, irritación y orzuelos recurrentes, entre otros síntomas.
- Engrosamiento de la piel: este signo se observa principalmente en la zona de la nariz, donde la piel puede volverse más gruesa y con textura irregular.
Los desencadenantes de la rosácea
La Dra. Jofre menciona que los desencadenantes de la rosácea pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, es importante conocerlos para evitarlos en la medida de lo posible. Algunos de los desencadenantes más comunes son:
- Sol
- Alcohol
- Alimentos calientes
- Viento frío
- Exceso de niacinamida
- Calefacción
- Ácido láctico
- Sulfatos
- Ácido glicólico
- Fermentados
- Fragancias
- Agua caliente
Consejos para controlar un brote de rosácea
Existen momentos en los que la rosácea puede manifestarse con mayor severidad. Para controlar los brotes, la Dra. Jofre comparte algunos consejos útiles:
- Alejarse del desencadenante: identificar qué ha causado el brote y alejarse de esa situación. Por ejemplo, si el ejercicio físico intenso desencadena la rosácea, es recomendable descansar y refrescar la cara.
- Regular la temperatura: si el ambiente está muy calefaccionado, bajar la temperatura, desabrigarse o salir a tomar aire fresco puede ayudar a controlar los brotes.
- Utilizar agua termal: el agua termal tiene propiedades antiinflamatorias y descongestivas, por lo que puede ser un aliado para calmar la piel durante un brote de rosácea.
- Aplicar manzanilla: la manzanilla también tiene efectos antiinflamatorios, pero puede ser más difícil de transportar. Sin embargo, si es posible, aplicar compresas de manzanilla fría puede ayudar a reducir la inflamación.
- Agua templada a fría con pads: utilizar agua templada a fría con pads o elementos fríos durante 5 minutos y repetir varias veces puede aliviar los síntomas de la rosácea.
Es importante recordar que cada persona puede experimentar la rosácea de manera diferente, por lo que es fundamental consultar a un dermatólogo para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento específico. No se recomienda buscar soluciones en internet sin la supervisión de un profesional de la salud.
Si sospechas que puedes tener rosácea, no dudes en acudir a una consulta con un dermatólogo. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes padecen esta afección cutánea.