Un siniestro que arrasa con la naturaleza
En la tranquila tarde de un día cualquiera, dos hombres se encontraban realizando labores de limpieza en un predio en Temuco, región de La Araucanía. Sin embargo, lo que parecía ser una tarea rutinaria se convirtió en un desastre de proporciones inimaginables.
El incendio forestal que se desató en el Monumento Nacional Cerro Ñielol ha dejado a todos conmocionados. Este emblemático lugar, considerado un área silvestre protegida, ha sido devastado por las llamas, consumiendo al menos 10 hectáreas de vegetación.
Los responsables del desastre
Según los antecedentes judiciales, los dos hombres estaban desmalezando un terreno fiscal entregado en comodato a la fundación cristiana Luz del Mundo. Utilizando desbrozadoras, una de ellas impactó en una piedra, generando chispas que dieron origen al incendio.
Ambos individuos, usuarios de la fundación, habrían alertado al pastor Omar Betancurt, uno de los encargados del lugar. El pastor asegura haber sido quien alertó a los Bomberos y niega rotundamente que los responsables intentaran huir del personal policial que llegó al lugar del incendio.
Formalizados por uso ilícito del fuego
Tras la ampliación de su detención y a la espera de los peritajes de Conaf, ambos hombres fueron formalizados por uso ilícito del fuego, delito contemplado en la Ley de Bosques. Ahora, enfrentan penas de cárcel por su presunta responsabilidad en este trágico suceso.
La vocera de la Fiscalía, Daniela San Martín, detalló las medidas cautelares impuestas por el Juzgado de Garantía a los imputados. Sin embargo, el Ministerio Público había solicitado arresto domiciliario para ambos, una petición que fue negada por la jueza de garantía.
Un largo camino por delante
El plazo de investigación por el incendio forestal en Cerro Ñielol ha sido fijado en 90 días. Durante este tiempo, se llevarán a cabo las diligencias necesarias para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
Este trágico suceso nos recuerda la importancia de cuidar y preservar nuestras áreas naturales protegidas. La pérdida de un lugar tan emblemático como el Cerro Ñielol es una llamada de atención para tomar medidas más estrictas en la prevención de incendios forestales.