Las 2 acciones que pueden salvar tu vida en caso de un infarto
Un infarto, también conocido como ataque al corazón, ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del corazón se detiene, causando daño al músculo cardíaco. Los síntomas comunes de un infarto incluyen dolor o malestar en el pecho que puede extenderse a los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda, dificultad para respirar, náuseas, sudoración y mareos.
Para prevenirlo, es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular, control del estrés y evitar fumar. Es crucial controlar los factores de riesgo como la presión arterial alta, el colesterol elevado y la diabetes.
En caso de sospechar un infarto, es fundamental buscar ayuda médica de inmediato llamando al número de emergencias local. Es importante no ignorar los síntomas y actuar con prontitud para recibir atención médica. Este ataque puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más común en adultos mayores. Los factores de riesgo para un infarto incluyen la presión arterial alta, el colesterol elevado, la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la falta de actividad física. Sin embargo, es importante tener en cuenta que también pueden ocurrir en personas jóvenes y aparentemente sanas.
Acciones clave para frenar un infarto
En caso de sospecha de un ataque, es importante actuar rápidamente. Si la persona afectada tiene prescripción médica para tomar aspirina, se le puede administrar una dosis de aspirina mientras se espera la llegada de la ayuda médica. Esta medicación puede resultar clave ya que reduciría la coagulación de la sangre y disminuye el riesgo de un bloqueo en las arterias.
La realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) por parte de una persona entrenada también puede ser vital en casos de paro cardíaco, que puede ser una consecuencia grave de un infarto. Por eso, es importante estar preparado y recibir capacitación en RCP para salvar la vida de la persona enferma.